9 consecuencias devastadoras de una diabetes descontrolada

La diabetes es un padecimiento crónico que altera la manera en que el organismo maneja el azúcar en la sangre. 

Cuando la glucosa permanece elevada y no se controla adecuadamente, las repercusiones pueden ser severas y afectar a distintos órganos y sistemas. Descuidar el tratamiento no solo deteriora la calidad de vida, sino que también puede desencadenar daños permanentes e incluso poner en riesgo la vida. Conocer estos peligros es clave para prevenirlos y actuar a tiempo.

Daño en los riñones (nefropatía diabética) El exceso de glucosa puede lesionar los pequeños vasos sanguíneos renales, dificultando su función de filtrado. Con el paso del tiempo, este daño puede evolucionar hacia una insuficiencia renal, haciendo necesaria la diálisis o incluso un trasplante para poder sobrevivir.

Enfermedades del corazón y vasos sanguíneos La diabetes mal controlada incrementa de forma importante la probabilidad de padecer infartos y eventos cerebrovasculares. La hiperglucemia deteriora los vasos sanguíneos y los nervios que regulan el corazón, favoreciendo ataques cardíacos, derrames cerebrales y enfermedad arterial periférica.

Daño a los nervios (neuropatía diabética) Los niveles elevados de azúcar pueden afectar los nervios en todo el cuerpo. Esto suele manifestarse como adormecimiento, hormigueo, dolor o debilidad, especialmente en manos y pies. También puede comprometer nervios relacionados con la digestión, la función sexual y el control de la vejiga.

Afectaciones visuales (retinopatía diabética) La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de la retina, encargada de captar la luz. Sin tratamiento, este daño puede provocar pérdida progresiva de la visión o ceguera. Además, aumenta el riesgo de cataratas y glaucoma.

Amputaciones y pie diabético La mala circulación junto con el daño nervioso en los pies favorece la aparición de heridas que no cicatrizan, infecciones severas y úlceras. En situaciones avanzadas, puede ser necesaria la amputación de dedos, del pie o de parte de la pierna para evitar complicaciones mayores.

Mayor susceptibilidad a infecciones Cuando la diabetes no está controlada, el sistema inmunológico se debilita. Esto incrementa el riesgo de infecciones cutáneas, urinarias, por hongos y respiratorias como la neumonía, las cuales suelen ser más difíciles de tratar y con mayor probabilidad de complicaciones.

Problemas bucales y de encías La hiperglucemia favorece la aparición de caries, inflamación de las encías y periodontitis. A su vez, las infecciones periodontales pueden dificultar el control de la glucosa, creando un círculo vicioso perjudicial.

Impacto en la calidad de vida y la salud mental Las complicaciones derivadas de la diabetes pueden limitar la movilidad, la autonomía y la vida diaria. Además, la carga emocional de convivir con la enfermedad y el miedo a sus consecuencias pueden favorecer la aparición de ansiedad, depresión y estrés crónico.

Complicaciones agudas graves Una diabetes mal manejada puede desencadenar emergencias médicas como la cetoacidosis diabética o el síndrome hiperosmolar hiperglucémico. Ambas situaciones se caracterizan por niveles extremadamente altos de glucosa y requieren atención médica inmediata, ya que pueden ser mortales si no se tratan a tiempo.

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