9 de cada 10 adolescentes estadounidenses han sido víctimas de ciberacoso

El ciberacoso es un problema extendido entre los adolescentes en Estados Unidos y está asociado con síntomas de trastorno de estrés postraumático en estudiantes de secundaria y preparatoria, según revela una investigación reciente.

Una encuesta realizada a casi 2,700 jóvenes de estos niveles educativos mostró que cerca del 90% ha sido víctima de algún tipo de ciberacoso.

Los investigadores, cuyos hallazgos fueron publicados este mes en la revista BMC Public Health, advirtieron que incluso las formas más sutiles de este tipo de acoso pueden provocar efectos psicológicos perjudiciales.

Situaciones como ser excluido deliberadamente de conversaciones grupales o recibir rechazo intencional generaron niveles de trauma similares a los ocasionados por amenazas directas o acoso explícito. Asimismo, sufrir chismes o comentarios crueles en línea tuvo un impacto emocional comparable al acoso basado en características personales como la religión o el origen étnico.

“El ciberacoso, sin importar su forma —desde dejar a alguien fuera de un grupo hasta enviar amenazas directas—, puede causar un daño significativo en los adolescentes”, explicó el autor principal del estudio, Sameer Hinduja, profesor de la Facultad de Trabajo Social y Justicia Penal de la Universidad Atlántica de Florida.

“Nos sorprendió ver que ningún tipo de ciberacoso resultó ser más perjudicial que otro; todos representaban un riesgo similar de efectos traumáticos”, añadió. “Esto demuestra que no debemos minimizar ciertas conductas por parecer menos graves. La exclusión o los rumores pueden ser tan dañinos como los ataques más evidentes”.

La encuesta, llevada a cabo en 2023, evaluó la presencia de 18 formas distintas de ciberacoso. Los investigadores las agruparon en cuatro categorías:

• Amenazas directas, enviadas por mensajes de texto o a través de plataformas digitales.

• Violaciones de privacidad, como el acoso en línea o el robo de identidad.

• Acoso indirecto, que incluye la difusión de rumores, publicaciones ofensivas o imágenes comprometedoras.

• Exclusión, como ignorar a alguien en un chat grupal o fomentar el rechazo colectivo hacia un menor.

Entre las formas más comunes de ciberacoso reportadas se encuentran los comentarios ofensivos en línea (56%), la exclusión (53%), los rumores (53%), la humillación pública (50%), el contacto insistente no deseado (42%) y las amenazas directas (38%).

Hinduja subrayó que el factor más determinante era la frecuencia del acoso: cuanto más recurrente era, más intensos eran los síntomas de trauma.

El estudio destaca la necesidad de seguir investigando cómo proteger a los adolescentes frente al impacto del acoso digital. Factores como el respaldo familiar, contar con amistades sólidas y desarrollar resiliencia emocional podrían ayudar a los jóvenes a enfrentar estos desafíos en línea.

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