A un año del feminicidio de Kimberly Kasumi, su agresor sigue sin sentencia
Kimberly Kasumi murió calcinada por su pareja en Torreón. A un año del crimen, no hay sentencia. La familia exige justicia ante la impunidad.
El feminicidio de Kimberly Kasumi, de 19 años, ocurrido el 20 de mayo de 2024 en Torreón, sigue sin resolución judicial, pese a la gravedad de los hechos y la detención del presunto responsable, Simrri ‘N’, quien permanece en prisión preventiva.
Feminicidio en Torreón: crimen atroz sin justicia
La noche del 20 de mayo de 2024, Kimberly Kasumi fue brutalmente quemada viva por su pareja sentimental tras una discusión en una vivienda de la colonia Villas La Merced, en Torreón, Coahuila. De acuerdo con su testimonio, la disputa escaló hasta que el agresor, Simrri ‘N’, cortó la manguera de gasolina de una motocicleta y roció a la joven con el combustible, prendiéndole fuego con un encendedor.
La víctima, aún con vida, logró narrar lo ocurrido a los paramédicos antes de ser trasladada en estado crítico al Hospital General. Horas más tarde, perdió la vida a causa de las quemaduras de segundo y tercer grado en el 32% de su cuerpo, acompañadas por falla cardiopulmonar aguda, tromboembolia generalizada y obstrucción de las vías respiratorias por inhalación de humo, según el dictamen forense.
El agresor continúa sin sentencia
A pesar de la contundencia de los hechos y las pruebas periciales, Simrri ‘N’, de 34 años, no ha recibido sentencia a un año del crimen. Fue detenido la madrugada del 19 de mayo de 2024 y desde entonces se encuentra en prisión preventiva bajo cargos de feminicidio, pero el proceso judicial avanza con lentitud.
Durante su declaración, Simrri aseguró que "solo quería asustarla", molesto por la ropa que Kimberly llevaba puesta y porque ella pretendía salir. El agresor argumentó que nunca tuvo intención de matarla, versión que contradice los hechos comprobados.
La familia clama justicia
Los padres y seres queridos de Kimberly han exigido justicia en múltiples ocasiones, señalando la revictimización institucional y la falta de celeridad en el proceso. Colectivos feministas en Coahuila han señalado este caso como un símbolo de la impunidad en los feminicidios en la región.
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