Aarón Beas rompe el silencio tras escándalo de “Lady Racista”

El actor Aarón Beas, expareja de Ximena Pichel, compartió cómo vivió el escándalo de “Lady Racista” y el impacto emocional que tuvo en su hijo.
Tras la difusión del video en el que Ximena Pichel profirió insultos racistas a un oficial de tránsito, su expareja Aarón Beas, actor de telenovelas y padre del hijo mayor de Pichel, reveló los efectos personales y familiares que enfrentó a raíz del escándalo, incluyendo ataques en redes, angustia emocional y preocupación por la salud mental de la madre de su hijo.
El caso de “Lady Racista”, protagonizado por la modelo argentina Ximena Pichel, continúa generando consecuencias mediáticas. Esta vez fue Aarón Beas, su expareja y padre del hijo mayor de Pichel, quien compartió públicamente cómo vivió esos días de presión, insultos y exposición inesperada.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el actor —conocido por su papel en Amor en custodia— relató que se enteró del video luego de una comida con su hermana:
“Ella abrió el celular y ahí apareció. Al principio pensé: ‘Eso no es’. Pero justo en ese momento me llamó mi hijo, alterado”.
Beas recuerda que incluso sufrió un accidente doméstico ese día por el nivel de estrés:
“Me resbalé, me rompí la uña del dedo gordo del pie. Estuve dando entrevistas con el pie hecho pedazos”.
Los días posteriores fueron, según sus palabras, abrumadores. Recibió mensajes y llamadas agresivas, algunas incluso cuestionando su nacionalidad. Sin embargo, lo más doloroso fue ver cómo los ataques en redes sociales afectaban a su hijo de 16 años:
“Le hicieron body shaming, se burlaron de él. Fue muy duro. Él ya entendió que estuvo mal lo que dijo, pero es un reflejo también de su edad e inmadurez”.
Respecto a los rumores sobre una posible deportación de Pichel, el actor lo desmintió:
“No ha sido deportada. Tiene sus papeles. Fue a los juzgados, pero sigue en México”.
El oficial agredido por Pichel presentó denuncias tanto ante la Fiscalía de la Ciudad de México como ante el COPRED. Según el artículo 206 del Código Penal local, el delito de discriminación puede conllevar hasta tres años de prisión, trabajo comunitario y una multa económica.
Aunque Beas reconoce la gravedad del acto, no está a favor de una sentencia carcelaria:
“Yo preferiría que le exigieran atender su salud mental. Por ella, pero sobre todo por nuestro hijo”.
Sobre una posible disputa por la custodia del adolescente, aclaró que no busca quitarle derechos a Pichel:
“Yo lo crié hasta los ocho años. Pero el amor de una madre es único. Solo quiero estar más presente y asegurarme de que ella cuide su salud emocional”.
Finalmente, Beas también reflexionó sobre el impacto laboral que el caso puede tener para Pichel:
“No sé si ya perdió trabajos, pero esto marca. En este medio la imagen lo es todo. A menos que le ofrezcan un papel de villana, no veo fácil su regreso”.
Días después del incidente, Ximena Pichel ofreció una disculpa pública, reconociendo que sus expresiones fueron “graves e injustificables”, y aseguró que desea convertir el momento en una oportunidad de crecimiento.
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