Agentes migratorios encubiertos detienen a voluntarios en Arizona

Organizaciones humanitarias acusan a ICE y HSI de actuar sin identificación ni órdenes judiciales; temen criminalización de la ayuda a migrantes
Voluntarios estadounidenses que brindan asistencia humanitaria a migrantes en el desierto de Arizona denunciaron haber sido perseguidos, detenidos y esposados sin causa aparente por agentes encubiertos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), durante un operativo ocurrido en marzo de 2025 cerca de Sasabe, en la frontera entre EE.UU. y México.
Gail Kocourek, integrante del grupo “Los Samaritanos” y con más de 12 años de experiencia entregando agua, comida y orientación legal a migrantes, relató que ella y sus compañeros fueron interceptados por hombres armados, sin uniforme ni insignias, quienes los obligaron a tirarse al suelo y los esposaron a punta de pistola.
“Nunca se identificaron. Pensamos que eran vigilantes armados. Solo al final supimos que eran agentes de HSI. Fue una emboscada”, afirmó Kocourek, de 74 años, a la agencia EFE.
Según explicó, el grupo revisaba un contenedor de agua vandalizado cuando notaron la presencia de una camioneta sospechosa. Al intentar retirarse del área, fueron perseguidos por un vehículo que no pertenecía a la Patrulla Fronteriza. Más adelante, al pedir ayuda a una patrulla oficial, fueron detenidos por los mismos hombres armados, quienes resultaron ser agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una división de ICE.
Los voluntarios fueron liberados tras varios minutos, sin orden judicial ni explicación formal. Sin embargo, Kocourek fue informada que podría enfrentar cargos por “intento de asesinato contra un agente federal”, sin fundamentos claros.
La situación ha provocado alarma entre organizaciones civiles y defensoras de derechos humanos, que acusan a las autoridades migratorias de operar como “milicias encubiertas”, violando derechos civiles y constitucionales.
"No son arrestos, son secuestros", denuncian organizaciones
La Coalición de Derechos Humanos de Arizona alertó que este tipo de operativos, donde agentes encubiertos detienen a personas sin identificación oficial, se han vuelto frecuentes. Algunos incluso han utilizado camionetas con placas mexicanas o se han hecho pasar por trabajadores de servicios públicos.
“Estos no son arrestos, son secuestros con violencia. Los agentes actúan como civiles armados, sin identificarse. Es inaceptable y peligroso”, declaró María Eugenia Carrasco, dirigente de la organización.
Además, los voluntarios han iniciado acciones legales contra la administración federal por detención ilegal, uso excesivo de fuerza y violaciones a sus derechos. Solicitan una indemnización de más de 500 mil dólares, aunque afirman que el objetivo es visibilizar el riesgo que enfrentan no solo los migrantes, sino también ciudadanos estadounidenses.
“Si esto le sucede a una abuela estadounidense de 74 años, imaginen lo que ocurre con los migrantes indocumentados”, concluyó Kocourek.
Crece preocupación por persecución a quienes ayudan a migrantes
Grupos humanitarios en la frontera advierten sobre una posible “cacería de brujas” contra quienes brindan apoyo a personas en tránsito, ante el endurecimiento de las políticas migratorias y la falta de transparencia en los operativos de ICE y HSI.
En paralelo, fiscales estadounidenses han exigido regulaciones que prohíban a los agentes de inmigración operar sin uniforme, debido al creciente número de denuncias sobre arrestos ilegales y uso de la fuerza.
El caso de los Samaritanos revive el debate sobre el respeto a los derechos civiles en la frontera y la delgada línea entre la ley y el abuso de poder en contextos de alta tensión migratoria.
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