Alarma por tos ferina en México: 49 muertes infantiles por baja vacunación

México atraviesa la peor crisis de tos ferina en siete años, con un número alarmante de contagios y muertes, principalmente entre niños pequeños sin vacunar. Hasta el 26 de abril de 2025, la Secretaría de Salud confirmó 835 casos de tos ferina, una enfermedad altamente infecciosa, y 49 muertes, en su mayoría de menores que no habían recibido las vacunas necesarias.

El aumento es dramático: los casos se incrementaron en un 1,110% respecto al mismo periodo de 2024, cuando apenas se reportaron 69 contagios. Esta situación refleja un retroceso preocupante en el control de enfermedades prevenibles mediante la inmunización.

La mayoría de los decesos (91%) ocurrió en bebés menores de seis meses, quienes aún no completaban su esquema básico de vacunación. Esto pone en evidencia la pérdida de la inmunidad colectiva, que debería proteger a quienes aún no pueden ser inmunizados directamente.

Desde 2018, la aplicación de vacunas DPT y Pentavalente ha disminuido un 15%. Ese año se aplicaron más de 6.2 millones de dosis, cifra que bajó a poco más de 5.2 millones en 2023. Especialistas advierten que esta baja cobertura es la causa principal del resurgimiento de la enfermedad.

La vigilancia epidemiológica también se debilitó a partir de 2020, coincidiendo con la pandemia de COVID-19, lo que afectó el registro y seguimiento de casos. Aun así, el repunte actual es tan elevado que no puede atribuirse solo a una mejora en la detección.

A diferencia del año pasado, en el que no se reportaron muertes por esta causa en el mismo lapso, 2025 presenta un panorama más grave. Expertos como Alejandro Macías y Gustavo Rosales coinciden en que el descenso en la vacunación y la exposición reducida a otros virus durante el confinamiento han debilitado las defensas inmunológicas de la población.

En México se aplican tres tipos de vacuna contra la tos ferina según la edad: hexavalente para bebés, DPT para niños de cuatro años y TDPA para adolescentes y adultos. El objetivo del Programa Universal de Vacunación es alcanzar una cobertura del 95%; sin embargo, la cobertura real se ha quedado corta. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021-2023, solo el 68.9% de los bebés recibieron la vacuna hexavalente, muy por debajo del 78% registrado en 2012.

Entre 2021 y 2023, unos 81 mil niños no recibieron la DPT en su primer año. La falta de compra del biológico en 2019 dejó sin vacunar a más de medio millón de niños. Además, entre 2019 y 2021, 6.8 millones de niños de cuatro años no fueron inmunizados con DPT.

La eliminación de las Semanas Nacionales de Salud durante el sexenio anterior también afectó la vacunación masiva. El nuevo secretario de Salud, David Kershenobich, anunció su reactivación para elevar la cobertura al 90%, especialmente en sectores vulnerables. Macías reiteró que la vacunación sigue siendo la única forma eficaz de prevenir brotes como el actual.

Finalmente, el presupuesto para vacunas ha caído significativamente. De los 8.6 millones de pesos destinados en 2021, en 2024 se redujo a 4.7 millones y para 2025 bajó un 68% adicional, siendo el monto más bajo en años recientes. Tania Ramírez, de Redim, destacó que tras la pandemia ya no hay razones válidas para no garantizar el esquema básico de vacunación.

El resurgimiento de la tos ferina se suma a otros padecimientos evitables por vacuna como la meningitis tuberculosa, hepatitis B, tétanos y neumococo, lo que representa un serio desafío para la salud infantil en el país.

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