Un reciente cálculo del gobierno estadounidense revela que casi uno de cada tres adolescentes en Estados Unidos presenta prediabetes, lo que los coloca en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otros problemas graves de salud.
Según un nuevo análisis de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 8.4 millones de jóvenes entre 12 y 17 años tenían prediabetes en 2023. Esta cifra supera ampliamente la estimación del 18% que se había reportado en un estudio científico de 2020, según informó The Associated Press (AP).
El aumento en el número se debe en parte a que los CDC aplicaron un método actualizado para calcular los datos. Sin embargo, este cambio ha generado dudas entre expertos, quienes critican que la agencia no ha ofrecido suficiente información sobre la forma en que llegó a esta nueva estimación.
La prediabetes se caracteriza por niveles de glucosa en sangre que están por encima de lo normal, pero sin alcanzar el límite clínico para diagnosticar diabetes tipo 2.
Los hallazgos recientes fueron publicados en un resumen breve en línea de 600 palabras, sin pasar por una revista científica revisada por pares ni por el informe semanal de morbilidad y mortalidad de los CDC, detalló AP.
El análisis utilizó información de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES), que incluye datos de laboratorio, entrevistas y exámenes médicos.
Melissa Dibble, portavoz de los CDC, explicó que la actualización se basó en “la ciencia y tecnologías más recientes” para reflejar los cambios en la investigación a lo largo del tiempo. Añadió que estos datos evidencian la magnitud del problema de la prediabetes en adolescentes y constituyen una alerta importante para el país.
No obstante, algunos especialistas expresan preocupación por la falta de detalles sobre la metodología utilizada para calcular estas cifras. Christopher Gardner, experto en nutrición y diabetes de la Universidad de Stanford, señaló a AP que, debido a los recortes y despidos en las organizaciones nacionales de salud, será escéptico hasta que exista transparencia sobre la fuente y el análisis de los datos.
La prediabetes significa que los niveles de azúcar en la sangre están elevados, pero aún no alcanzan el umbral para diabetes tipo 2. Aunque algunos adolescentes pueden volver a niveles normales tras la pubertad, muchos mantienen esta condición, lo que incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes en el futuro.
La doctora Samar Hafida, endocrinóloga de la Asociación Americana de la Diabetes (ADA), señaló que esto sigue siendo un llamado urgente a la acción, ya que se espera un aumento en la diabetes tipo 2 de inicio temprano, para la cual el sistema no está preparado.
La ADA recomienda que se realicen pruebas para detectar diabetes en niños desde los 10 años, especialmente si tienen sobrepeso o factores de riesgo.
Si se hubiera aplicado el método actualizado a los datos del período 2005-2016 usados en el estudio de 2020, la estimación habría sido del 28%, no del 18%, por lo que el salto al 33% actual podría no reflejar un incremento real tan grande, indicó AP.
A pesar de ello, algunos especialistas consideran que los CDC deberían haber brindado más información para facilitar la comprensión pública de estos números.
Steven Kahn, experto en diabetes y editor de la revista Diabetes Care, expresó que le gustaría confiar en la calidad de los datos de los CDC, pero lamenta que, al no tener acceso a los datos brutos, ningún investigador puede analizar en profundidad cómo se obtuvieron estos resultados y cuál es su verdadero significado.