La Entrevista con Aniela Flores: 15 años de entrega animal total

Durante 15 años, Aniela Flores Verduzco ha dedicado su vida al rescate, rehabilitación y protección de animales en situación de calle. Su labor inició de manera altruista, sin buscar reconocimiento, solo con el deseo de devolver un poco del amor que recibió de Tara, la perrita que marcó para siempre su vida y cuyo nombre hoy da identidad a su fundación, Taraji.

Actualmente, además de dirigir una asociación formalmente constituida, también trabaja en el Centro de Bienestar Animal, desde donde impulsa acciones de concientización, educación y adopción responsable. En esta entrevista, Aniela comparte sus motivaciones, retos, satisfacciones y su filosofía de vida.

¿Cuánto tiempo lleva como benefactora de los animalitos?

"Tengo 15 años en esta labor. Empecé como muchas rescatistas y activistas: haciendo trabajo voluntario, totalmente altruista. Así comencé y así sigo".

¿Qué la motivó a dedicarse a esta noble actividad?

"Todo nació gracias a Tara, una perrita que vivió conmigo 13 años. Ella murió hace casi siete años y siempre digo que mi pasión por el bienestar animal se la debo a ese amor tan grande que todavía siento por ella. Por eso mi fundación se llama Taraji, que significa “Tara querida”. Gracias a ella vi la enorme necesidad de ayudar a los animales en desamparo".

¿Qué satisfacciones le ha dejado este camino?

"Muchísimas. He atendido incontables casos y cada vida que puedo salvar es para mí un logro. Yo siempre digo que me dedico a salvar vidas. Mi primer rescate fue en Guadalajara en el 2010 y desde ahí no paré. Cuando regresé a Monclova lo hice cada vez más en forma, primero yo sola, después apoyándome en otras fundaciones, hasta crear mi propia organización, ya formal, con estructura, cuenta bancaria y un equipo comprometido.La mayor satisfacción para cualquiera de nosotros es ver que un animal que encontraste en malas condiciones se rehabilita y consigue una familia". 

¿Cuál es la mayor enseñanza que ha dejado esta labor?

"Que salvar vidas cuesta. Una vez mi sobrino me preguntó cuánto me pagaban por estar en la fundación, y le dije que nadie me paga, al contrario: yo pago. Entre veterinarios, alimentación y cuidados, todo requiere recursos. Pero la recompensa es enorme.También he aprendido que esta labor debe ser colectiva. No le corresponde solo al gobierno, ni solo a las asociaciones, ni solo a la sociedad civil. Si cada quien hiciera un poco, el problema sería menor. En Monclova no hay perrera ni control canino; en el Centro de Bienestar Animal no sacrificamos y trabajamos por rehabilitar y dar en adopción, pero esto requiere tiempo, recursos y trabajo en equipo".

¿Tiene alguna frase que  la inspire?

"Sí. Tengo una escrita en mi espejo: 'Siempre tengo todo lo que requiero para hacerle frente a todo lo que venga'. La veo todos los días y me recuerda que, aunque hay momentos difíciles o no alcanzamos a salvar a todos, debo seguir adelante con fe y confianza en mí, en mi equipo y en Dios".

¿Qué pasatiempos disfruta?

"Me gusta mucho hacer ejercicio e ir al gimnasio. También pasar tiempo en casa con mis cinco perros, mi familia y mis amigos. Soy muy tranquila en mi vida privada".

¿Comida y bebida favorita?

"La comida mexicana, toda. No soy muy carnívora y no como animales muy pequeños; digo que “no como bebés”. De bebidas, me gusta mucho la Coca-Cola, especialmente la cero bien helada. En convivencias, prefiero una cerveza".

¿Por último, qué estudios tiene?

"Soy licenciada en Agronegocios por el Tec de Monterrey; muchos creen que soy veterinaria, pero mi carrera se enfoca en el campo y la agroindustria. Amo mi carrera".

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