¿Antes o después del desayuno?: Cuál es el momento ideal para lavarse los dientes, según los expertos

Cepillarse los dientes es una costumbre profundamente incorporada en la rutina diaria. Sin embargo, aunque se realice todos los días, muchas personas desconocen aspectos fundamentales que pueden hacer que esta práctica sea más efectiva. Factores como el momento en que se realiza, la técnica utilizada, el tipo de pasta dental y hasta la cantidad de azúcar consumida influyen directamente en la formación de caries y el daño al esmalte dental.

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Cepillarse antes del desayuno resulta beneficioso
Cepillarse antes de desayunar ayuda a eliminar las bacterias acumuladas y estimula la producción de saliva. (Freepik)

Diversas investigaciones y recomendaciones profesionales coinciden en que la salud bucal no depende únicamente del cepillado, sino de varios factores combinados. Uno de los puntos más discutidos es si es mejor cepillarse antes o después del desayuno, debido al efecto que ciertos alimentos tienen sobre el pH de la boca y la acción del flúor. Además, intervienen otros factores como el tipo de bacterias que hay en la boca al despertar, la cantidad de saliva producida y los hábitos alimenticios.

Importancia del momento para cepillarse

Durante la noche, la producción de saliva disminuye, lo que facilita la acumulación de bacterias en la boca. Esto se refleja en el mal aliento matutino y la sensación de sequedad al despertar. Esta concentración bacteriana es clave al decidir cuándo cepillarse: antes o después de desayunar.

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Cepillarse al despertar ayuda a activar la saliva, que es fundamental para fortalecer los dientes. En entrevista con The New York Times, Apoena de Aguiar Ribeiro, odontóloga y microbióloga, explicó que la saliva deposita minerales que las bacterias consumieron durante la noche y contiene bicarbonato, el cual neutraliza la acidez en la boca.

Recomendaciones sobre cepillado tras el desayuno

Aunque cepillarse después de desayunar permite eliminar restos de comida, hacerlo inmediatamente tras consumir alimentos ácidos puede perjudicar el esmalte. Según la Mayo Clinic, alimentos como jugos cítricos, café y pan pueden debilitar temporalmente el esmalte, y cepillarse justo después puede causar desgaste microscópico que aumenta el riesgo de caries y sensibilidad.

El dentista Carlos González-Cabezas advierte que, como el desayuno suele durar entre 10 y 15 minutos, ese tiempo combinado con bacterias y alimentos azucarados puede ser suficiente para dañar el esmalte. Por eso, se recomienda esperar entre 30 y 60 minutos después de desayunar para cepillarse o, en su defecto, enjuagarse la boca con agua antes de hacerlo.

Flúor, técnica y frecuencia según especialistas

El uso de pastas dentales con flúor es esencial para prevenir caries y fortalecer el esmalte. Aldo Squassi, vicedecano de la Facultad de Odontología de la UBA, señala que el fluoruro ayuda a ralentizar la progresión de las caries y puede revertir daños iniciales al favorecer la remineralización del esmalte. También advierte que enjuagarse con agua tras el cepillado reduce la eficacia del flúor, pues elimina parte del residuo activo.

En cuanto a la frecuencia, no hay una cifra exacta establecida, aunque generalmente se aconseja cepillarse dos veces al día para reducir la acumulación de placa bacteriana. Belén Barrego, médica y docente, destaca que la calidad del cepillado depende más de la técnica y el tiempo dedicado que de la cantidad de veces que se cepille, recomendando hacerlo tres veces diarias, especialmente antes de dormir.

Squassi añade que cepillarse con herramientas inapropiadas, como cepillos con cerdas muy duras o técnicas incorrectas, puede causar desgaste o daño en los dientes y encías.

El papel de la dieta en la salud dental y la aparición de caries

A pesar de mantener una buena higiene, algunas personas siguen desarrollando caries debido a un desequilibrio bacteriano provocado por el consumo frecuente y prolongado de alimentos y bebidas azucaradas o con carbohidratos. El cepillado no es suficiente para contrarrestar los efectos negativos de la dieta, por lo que es vital limitar el consumo de productos industrializados y mantener una higiene estricta.

Barrego señala que los alimentos procesados, ricos en azúcares y carbohidratos refinados como jugos, gaseosas, golosinas y snacks, contribuyen significativamente a la formación de caries. Por eso, recomienda realizar la higiene bucal lo antes posible tras consumir estos productos para minimizar el tiempo de exposición de los dientes a los azúcares.

Educación y prevención desde la infancia

La higiene bucal debe comenzar desde edades tempranas. Barrego explica que incluso antes de que salgan los primeros dientes, se recomienda limpiar las encías con una gasa húmeda o cepillos para bebés durante el baño. Al aparecer los dientes, se puede comenzar a usar pasta dental con flúor adecuada a la edad.

La concentración y cantidad de flúor deben ajustarse según la edad: para niños de 0 a 3 años se recomienda una pasta con 1000 ppm y una cantidad del tamaño de un grano de arroz; para niños de 3 a 6 años, entre 1000 y 1450 ppm, con una dosis equivalente a una arveja.

Además de fortalecer el esmalte, el flúor también inhibe el crecimiento bacteriano que produce ácidos. Sin embargo, un uso excesivo puede causar fluorosis dental, que se manifiesta con manchas en los dientes.

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