Arrestan en Tijuana a exagente del Cisen ligado al caso Colosio
Detienen en Tijuana a Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del Cisen, vinculado como segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994.
La Fiscalía General de la República (FGR), delegación Tijuana, arrestó a Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del Cisen, quien desde hace más de tres décadas ha sido señalado como el presunto segundo tirador en el caso Colosio.
Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), fue detenido el sábado a las 16:37 horas por la Policía Federal Ministerial en la colonia Los Reyes de Tijuana, quedando a disposición de un juez federal sin que se precise el motivo del arresto, pero el hombre de la tercera edad es señalado desde hace 31 años como el presunto segundo tirador en el asesinato del entonces candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, ocurrido en Lomas Taurinas en 1994.
La detención y la historia de Jorge Antonio Sánchez Ortega
El exagente del Cisen, Jorge Antonio Sánchez Ortega, fue arrestado por la Policía Federal Ministerial en la delegación Tijuana de la Fiscalía General de la República (FGR). La detención se llevó a cabo el sábado a las 16:37 horas en la colonia Los Reyes de Tijuana, Baja California.
De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, el hombre, descrito como una persona de la tercera edad, quedó a disposición de un juez federal, aunque el motivo específico de la orden de aprehensión no se precisa.
La conexión con el magnicidio de 1994
Sánchez Ortega ha estado en el ojo público durante más de tres décadas por ser señalado como el presunto segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el entonces candidato presidencial del PRI, perpetrado el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana.
En la misma ocasión fue detenido Sánchez Ortega, ya que su chamarra estaba salpicada de sangre del candidato. Además, la prueba de rodizonato, utilizada para identificar a quienes han usado un arma de fuego, había dado positivo.
A pesar de las evidencias iniciales, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) lo puso en libertad. En aquel momento, la autoridad determinó que el arma utilizada en el magnicidio era propiedad de Mario Aburto Martínez, el único responsable capturado en la escena.
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