Así se defiende nuestro cuerpo del calor extremo

Junio de 2025 podría ser el más caluroso registrado en España, según la Aemet
A un día de finalizar el mes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) señala que junio de 2025 probablemente será el más caluroso desde que se tienen registros en el país.
Un análisis de los últimos 50 años revela que las olas de calor no solo se han adelantado en el calendario, sino que también se han prolongado, convirtiéndose en fenómenos cada vez más frecuentes en este mes.
Antes de recurrir a ventiladores, aire acondicionado o abanicos para mitigar el calor, nuestro cuerpo ya está actuando para contrarrestar los efectos de las temperaturas extremas.
El cuerpo humano busca mantener el equilibrio interno de sus funciones a través de un proceso llamado homeostasis. Dentro de este, la regulación térmica —que mantiene la temperatura corporal en un rango normal de entre 36.5 y 37 °C— se ve especialmente afectada cuando las temperaturas ambientales superan los 40 °C. En estos casos, el cuerpo debe redoblar esfuerzos para evitar un sobrecalentamiento que podría poner en peligro las funciones vitales.
Las olas de calor en Europa: un peligro creciente
Con temperaturas que superan los 43 °C desde Portugal hasta Italia, varias regiones del sur de Europa enfrentan un riesgo elevado de incendios. Las autoridades han lanzado alertas y activado planes de emergencia en múltiples ciudades.
¿Cómo reacciona el cuerpo ante el calor extremo?
Cuando la temperatura externa es demasiado alta, el organismo intenta enfriarse mediante dos procesos principales:
-
Aumenta el flujo sanguíneo hacia la piel a través de la vasodilatación, facilitando la liberación de calor del interior del cuerpo hacia el exterior.
-
Se incrementa la producción de sudor, cuyo efecto refrescante se da al evaporarse sobre la piel.
Aunque necesarios, estos mecanismos fisiológicos pueden afectar a las personas de forma distinta, dependiendo de su edad, estado de salud y si toman medicamentos. En personas con enfermedades crónicas, el impacto puede ser mayor.
El corazón en riesgo
La vasodilatación obliga al corazón a trabajar con mayor intensidad, ya que se reduce la presión con la que se llena y se incrementa la demanda de oxígeno en el músculo cardíaco. En quienes ya sufren afecciones cardíacas, este esfuerzo adicional puede provocar isquemia, infarto o incluso fallos cardiovasculares.
Estudios demuestran que durante las olas de calor, las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte. Considerando que casi 500 millones de personas en el mundo padecen estas condiciones, el riesgo de mortalidad se eleva significativamente en áreas con altas temperaturas.
Sudoración y deshidratación
El sudor ayuda a reducir la temperatura corporal, pero también implica una pérdida considerable de agua. Esta pérdida puede reducir el volumen sanguíneo, comprometiendo la presión arterial y poniendo en riesgo la función renal, con la posibilidad de desarrollar insuficiencia renal aguda. Por ello, es fundamental hidratarse adecuadamente durante estos episodios.
Cuando el cuerpo no puede más: el golpe de calor
Si los mecanismos de enfriamiento fallan, puede ocurrir un golpe de calor, una condición grave que puede dejar secuelas en el sistema nervioso central e incluso causar la muerte si no se atiende con urgencia. Síntomas como mareos, confusión o convulsiones pueden indicar daños cerebrales debido a edema, falta de irrigación y alteraciones metabólicas.
Cuando la sangre no llega adecuadamente a los órganos, estos pueden sufrir daños. Los más vulnerables son el cerebro, el corazón, los riñones, los intestinos, el hígado y los pulmones. Además, el calor extremo provoca hiperventilación y aumenta la contaminación del aire, factores que también afectan gravemente a la salud respiratoria.
El calor y el sistema inmunológico
Las altas temperaturas alteran el funcionamiento del sistema inmunitario, especialmente el innato, que responde ante señales de daño en los tejidos. En situaciones extremas, el sistema inmunológico prioriza la amenaza más inmediata —como el calor extremo—, dejando en segundo plano otras como infecciones respiratorias o incluso enfermedades crónicas como el cáncer.
ENFERMEDADES: Más de 290 personas han sido mordidas por araña violinista en México este año
La temporada de la araña violinista en México sigue activa y ha provocado un aumento preocupante en los incidentes de mordeduras, según los datos más recientes de la Secretaría de Salud. Hasta la Semana Epidemiológica 26, que abarca del 22 al 28 de junio de 2025, -- leer más
Noticias del tema