Atiende IMSS Coahuila casos de placenta acreta
Especialistas del HGZ 16 de Torreón atienden con oportunidad casos complejos de placenta acreta.
El Hospital General de Zona (HGZ) No. 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Torreón, ha atendido durante este año diversos casos de placenta acreta, una condición obstétrica de alto riesgo que puede derivar en hemorragias graves y poner en peligro la vida de la madre y del bebé si no se detecta y trata oportunamente.
De acuerdo con información del propio hospital, las pacientes provenientes de la región Laguna fueron diagnosticadas y sometidas a intervenciones médicas especializadas con el objetivo de reducir complicaciones asociadas a este padecimiento, considerado poco frecuente, pero cada vez más presente debido a diversos factores de riesgo.
¿Qué es la placenta acreta?
El jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia, Carlos Israel Alcántara Garcilazo, explicó que la placenta acreta, también conocida como acretismo placentario, consiste en una adherencia anómala de la placenta a la pared del útero. Esta invasión puede ser superficial o extenderse más allá del músculo uterino, lo que incrementa la complejidad del cuadro clínico. Entre las principales complicaciones se encuentran la hemorragia posparto masiva, el daño a órganos cercanos como la vejiga, alteraciones en la coagulación, parto prematuro y, en muchos casos, la necesidad de realizar una histerectomía para salvar la vida de la paciente.
Importancia del control prenatal
El especialista subrayó que el diagnóstico oportuno es clave y depende en gran medida del seguimiento médico durante el embarazo. La revisión constante por personal capacitado permite identificar el padecimiento con anticipación y definir el manejo adecuado para cada paciente.
Incremento de casos en 2025
Aunque la placenta acreta debería tener una incidencia baja, el médico señaló que el principal factor de riesgo es el número de cesáreas previas. Mientras que anteriormente se atendía un caso por año, en lo que va de 2025 el HGZ No. 16 ha intervenido a siete pacientes con este diagnóstico. Alcántara Garcilazo indicó que cada caso es analizado de manera individual y, cuando es necesario, se mantiene a la paciente hospitalizada para disminuir el riesgo de una hemorragia grave. La aplicación de técnicas quirúrgicas estandarizadas busca reducir riesgos tanto para la madre como para el recién nacido.
Por su parte, el médico ginecólogo José Luis Barrón explicó que la activación del Equipo de Respuesta Inmediata (ERI) permite que personal médico, de enfermería y áreas de apoyo trabajen de manera coordinada, asegurando la disponibilidad de insumos, equipo y recursos humanos durante las intervenciones.
El personal médico destacó que, tras las intervenciones de emergencia, se brinda seguimiento a las pacientes para favorecer su recuperación y detectar posibles complicaciones posteriores, reiterando la relevancia del control prenatal y la atención especializada en embarazos de alto riesgo.
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