Bitcoin retrocede 7.28% y arrastra a las principales criptomonedas

El principal criptoactivo desploma su valor por debajo de los $85,000, marcando su peor noviembre en dos años y generando un efecto dominó en el sector.

El bitcoin cayó un 7.28% este 1 de diciembre, negociándose en $84,844, su nivel más bajo desde el 22 de noviembre. Esta fuerte corrección arrastró a prácticamente todo el mercado de criptomonedas y se produce tras un mes de noviembre donde la moneda digital registró una pérdida del 17.07%, su peor desempeño para ese mes desde 2022.

Bitcoin lidera una masiva corrección en el mercado cripto

La primera jornada de diciembre trajo una venta masiva en el mercado de activos digitales. El bitcoin, la criptomoneda de mayor capitalización, volvió a caer por debajo de la barrera psicológica de los $85,000 dólares, extendiendo las pérdidas registradas en noviembre. Este movimiento ha perjudicado el sentimiento de riesgo global, llevando a los inversores a buscar refugio fuera de los activos más volátiles.

Un noviembre histórico a la baja

El desplome de este día no es un hecho aislado. Según los datos del mercado, noviembre de 2024 se convirtió en el peor mes de noviembre para el bitcoin desde 2022, con una caída acumulada del 17.07%. Este resultado supera la pérdida del 16.23% registrada hace dos años y marca un fuerte contraste con las alzas sostenidas que había mostrado el activo en meses anteriores.

Efecto dominó en las altcoins

La caída no se limitó al bitcoin. El ethereum, la segunda criptomoneda del mercado, retrocedió un 9.84%, cotizando alrededor de los $2,740 dólares. Otras monedas importantes también pintaron de rojo los portafolios: Solana perdió un 10.59%, Cardano un 12.09%, Litecoin un 10.91% y Ripple (XRP) un 9.62%. Este comportamiento generalizado señala una renovada aversión al riesgo que está afectando a todo el ecosistema digital.

Factores detrás de la incertidumbre

Los analistas señalan que el aumento en la volatilidad y la venta masiva responden a una combinación de factores. La incertidumbre en los mercados financieros globales y una pérdida de apetito por activos de riesgo por parte de los inversores institucionales y minoristas están presionando a la baja. Este escenario recuerda a periodos de corrección anteriores, como el colapso de 2021, aunque con contextos macroeconómicos diferentes.

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