blanca vs carne roja: ¿Cuál es mejor para tu salud?

Más allá de la diferencia en su color, las carnes roja y blanca se distinguen por su procedencia, su valor nutricional y cómo afectan la salud. La carne roja proviene principalmente de mamíferos terrestres como la res o el cordero, mientras que la carne blanca incluye aves como pollo y pavo, además de algunos cortes de cerdo y pescados.

Ambas son excelentes fuentes de proteínas, pero tienen características particulares que influyen en su aporte nutricional y en su recomendación para distintos tipos de dietas.

Carne blanca: menos grasa y más digestible
La carne blanca se destaca por tener un bajo nivel de grasas saturadas y calorías, lo que la hace una opción común en dietas orientadas a cuidar la salud cardiovascular y perder peso. Pollo, pavo y ciertos pescados aportan proteínas de alta calidad y minerales esenciales como fósforo y selenio, importantes para el sistema inmune y la salud de los huesos. Según la Fundación Española del Corazón, la carne blanca tiene la ventaja de afectar menos los niveles de colesterol y es más fácil de digerir, ideal para personas con problemas digestivos o que siguen dietas suaves.

Carne roja: rica en hierro y vitamina B12
La carne roja incluye cortes de res, cordero, cerdo (en algunos casos) y carne de caza. Su color distintivo se debe a la mioglobina, una proteína que almacena oxígeno en los músculos. Esta carne es una fuente importante de hierro hemo, que el cuerpo absorbe más fácilmente que el hierro de origen vegetal, además de aportar zinc y vitamina B12, cruciales para el sistema inmunológico y nervioso. Sin embargo, se recomienda consumirla con moderación, ya que un exceso, especialmente en productos procesados como embutidos o tocino, se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon y diabetes tipo 2, debido a su contenido elevado de grasas saturadas y colesterol.

Diferencias clave entre carne blanca y carne roja

• Color: la carne roja tiene un color más intenso por la mioglobina; la carne blanca contiene menos de esta proteína.

• Grasas: la carne blanca posee menos grasa y colesterol que la roja.

• Nutrientes: la carne roja es más rica en hierro y zinc, aunque ambas contienen vitaminas del grupo B.

• Digestión: la carne blanca es más ligera y fácil de procesar.

• Sabor: la carne roja presenta un sabor más fuerte, asociado a su grasa y contenido de hierro.

Ambos tipos de carne pueden integrarse en una dieta saludable, siempre que se consuman de forma moderada y en el contexto de una alimentación equilibrada. Entender sus diferencias permite aprovechar sus beneficios y elegir según las necesidades individuales.