Calor intenso genera mayor cuidado en el manejo de alimentos
Los negocios dedicados a este giro tienen que realizar cambios en sus operaciones a fin de mantener fresco el producto.

Las altas temperaturas que se han registrado en la región norte del país han comenzado a impactar de forma directa en el comercio de productos de la canasta básica, especialmente aquellos que son traídos del interior del país y que requieren condiciones específicas para su conservación.
Roy Garza, comerciante con años de experiencia en el ramo alimenticio, explicó que el intenso calor obliga a modificar la logística operativa para evitar que los alimentos pierdan calidad o se deterioren antes de llegar al consumidor. “Durante esta temporada tenemos que hacer hasta tres viajes por semana para abastecernos de productos, cuando normalmente solo hacíamos dos”, explicó.
El motivo principal de este ajuste, detalló, es que el calor excesivo deshidrata los productos con mayor rapidez, especialmente frutas, verduras y otros perecederos, lo cual reduce considerablemente su vida útil en anaquel. “Es un reto mantener la mercancía en condiciones óptimas, por eso adaptamos nuestra operatividad para garantizar frescura”, añadió.
Garza aseguró que, a pesar de las complicaciones logísticas y del incremento en los costos de transporte por el aumento en la frecuencia de viajes, no se ha trasladado esta carga al consumidor. “Esta situación no debe ser una justificación para subir los precios. Nosotros mantenemos los costos estables porque sabemos que nuestros clientes son en su mayoría trabajadores que cuidan cada peso”, afirmó.
Este tipo de ajustes en la comercialización se ha vuelto cada vez más común en distintas regiones afectadas por el clima extremo, donde se prioriza la rapidez en el traslado y el adecuado manejo de productos para evitar pérdidas y garantizar la seguridad alimentaria.
Además, algunos negocios locales están optando por invertir en equipos de refrigeración más potentes o en empaques especiales para prolongar la frescura de los productos, aunque no todos cuentan con la capacidad económica para hacerlo. En ese sentido, el comerciante hizo un llamado a valorar el esfuerzo que hay detrás de cada producto que llega a la mesa, sobre todo en medio de condiciones climáticas adversas.
El fenómeno del calor extremo, que en algunos días ha alcanzado temperaturas cercanas a los 45 grados en ciertas zonas del norte del país, representa no solo un reto para la salud pública, sino también para la economía local, obligando a comerciantes, productores y distribuidores a adaptarse rápidamente para evitar afectaciones mayores.
Mientras tanto, Garza concluyó que seguirán reforzando sus rutas de abasto y adaptando sus métodos de conservación para asegurar que los alimentos que se ofrecen al consumidor final mantengan la calidad que los ha caracterizado, sin afectar su bolsillo.
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