CAM 23 fomentan inclusión y sensibilidad social en el mes de la discapacidad
La institución capacita a los estudiantes con capacidades diferentes para ser incluidos en el sector productivo.

Con el objetivo de visibilizar los derechos, capacidades y necesidades de las personas con discapacidad, el Centro de Atención Múltiple No. 23 (CAM 23) ha puesto en marcha una serie de actividades durante el Mes de la Discapacidad, las cuales incluyen recorridos por distintos puntos de la ciudad y dinámicas enfocadas en promover la inclusión.
Estas acciones tienen como propósito principal acercar a la comunidad a la realidad que viven diariamente niños, niñas y jóvenes con discapacidad, y al mismo tiempo difundir la misión y visión del CAM 23 como institución educativa comprometida con el desarrollo integral de sus estudiantes.
Guadalupe García, directora del centro, compartió que actualmente el CAM 23 atiende a 75 alumnos, cuyas edades oscilan entre los 6 y los 25 años, todos ellos con distintos tipos de discapacidad. La labor diaria del equipo docente y de apoyo está enfocada no solo en brindar una formación académica adaptada, sino también en fomentar habilidades para la vida, autonomía personal, desarrollo social y emocional.
“Trabajamos intensamente para lograr una verdadera inclusión, no solo dentro de la escuela, sino en toda la comunidad. Es importante que la sociedad vea y entienda que la discapacidad no limita los sueños, y que todos, con el apoyo adecuado, podemos lograr grandes cosas”, expresó la directora.
Recorridos con sentido: visibilizar para sensibilizar
Durante este mes, los alumnos del CAM 23, acompañados por sus maestros y personal de apoyo, han realizado recorridos a distintos lugares emblemáticos de la ciudad, con la intención de interactuar con la comunidad, compartir información sobre la discapacidad y mostrar las actividades que realizan dentro del plantel.
Estos recorridos no solo permiten que los estudiantes conozcan más su entorno, sino que generan oportunidades para establecer vínculos afectivos y sociales con personas fuera del contexto escolar. A través de pancartas, actividades lúdicas, juegos y presentaciones, los alumnos transmiten mensajes de respeto, empatía e inclusión.
Uno de los objetivos de estas salidas es romper con estereotipos. Al acercarse a comercios, instituciones públicas o plazas, se busca generar conversaciones que permitan entender que las personas con discapacidad tienen derecho a una vida plena, con acceso a la educación, salud, cultura, deporte y empleo, en igualdad de condiciones.
Una misión educativa con impacto social
El CAM 23 es una de las instituciones clave en la región en cuanto a educación especial se refiere. Su labor va más allá del aula: se convierte en un espacio seguro donde los alumnos son comprendidos, valorados y alentados a desarrollar sus talentos y capacidades. Además de las clases académicas adaptadas, el centro ofrece terapias, actividades artísticas, deportivas y talleres que fortalecen habilidades para la vida.
“Aquí trabajamos desde el corazón. Nuestros niños y jóvenes tienen mucho que ofrecer, pero es responsabilidad de todos como sociedad abrirles las puertas y las oportunidades. La inclusión no es un favor, es un derecho”, añadió Guadalupe García.
En ese sentido, la institución también trabaja de cerca con las familias, brindándoles orientación, contención emocional y herramientas para apoyar el desarrollo de sus hijos e hijas en casa y en otros espacios sociales. La inclusión, remarcan desde el CAM, debe comenzar desde el hogar y extenderse hacia la comunidad.
La importancia del Mes de la Discapacidad
Septiembre ha sido establecido en muchas regiones del país como el Mes de la Discapacidad, con el objetivo de generar conciencia y promover un cambio de actitud en la sociedad respecto a este tema. Aunque se han dado pasos importantes en materia de accesibilidad y normativas incluyentes, aún existen múltiples barreras —físicas, sociales y culturales— que impiden a muchas personas con discapacidad ejercer plenamente sus derechos.
Por ello, espacios como el CAM 23 y las actividades que organiza en este mes tienen un valor fundamental: no solo se trata de celebrar, sino de educar y transformar la percepción colectiva.
“La discapacidad no define a una persona. Lo que realmente limita es la indiferencia. Por eso salimos, nos mostramos, hablamos con la gente, para decirles que aquí estamos, que nuestros estudiantes tienen voz, tienen sueños, y tienen todo el derecho de ser parte activa de esta sociedad”, puntualizó la directora.
Hacia una comunidad más empática e incluyente
El trabajo del CAM 23 y de otras instituciones similares es un recordatorio poderoso de que la verdadera inclusión se construye desde la empatía, la educación y la acción diaria. No basta con recordar un mes o un día al año; la inclusión debe ser permanente, y requiere el compromiso de todos: instituciones, familias, autoridades y ciudadanía en general.
Con acciones como las del CAM 23, se demuestra que es posible cambiar la narrativa: pasar de la lástima al respeto, del desconocimiento a la comprensión, y de la invisibilidad a la participación plena.
Los niños, niñas y jóvenes del CAM no solo aprenden, también enseñan. Enseñan que la diversidad es una riqueza, que la diferencia no es un obstáculo, y que la inclusión es el camino hacia una sociedad más justa y humana.
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