Cambio de clima: cómo cuidar el pelaje de tu mascota en otoño

El otoño trae consigo temperaturas más frescas y una intensa muda de pelo en perros y gatos, por lo que es fundamental reforzar sus cuidados para mantenerlos sanos.
Con la llegada del otoño, no solo los paisajes cambian de color, también la vida de nuestras mascotas se transforma. El pelaje de perros y gatos responde directamente a las variaciones de temperatura y luz solar, iniciando un proceso natural de muda que les permite adaptarse a los meses fríos que se aproximan. Sin embargo, este cambio no siempre resulta sencillo: puede provocar incomodidad en los animales, aumento de nudos y caída excesiva de pelo en el hogar. Por eso, es esencial que los dueños comprendan qué cuidados aplicar durante esta temporada, no solo para mantener a sus compañeros de cuatro patas con un pelaje sano y brillante, sino también para prevenir problemas de piel y asegurar su bienestar integral.
1. Cepillado constante para controlar la muda
Durante el otoño, el cepillado se convierte en una rutina indispensable. Ayuda a retirar el pelo muerto, previene la formación de nudos y mantiene la piel ventilada. Además, cepillar a tu mascota estimula la circulación sanguínea y fortalece los folículos pilosos, lo que se traduce en un pelaje más saludable. La frecuencia dependerá de la raza: en perros de pelo largo puede ser diaria, mientras que en razas de pelo corto puede bastar con dos o tres veces por semana.


2. Baños con productos adecuados
Aunque no se recomienda bañar a las mascotas con exceso, un baño ocasional con productos suaves y específicos para su tipo de pelo y piel es fundamental. Los shampoos hidratantes o con ingredientes naturales como avena ayudan a reducir la resequedad provocada por el clima frío y a mantener la barrera protectora de la piel. Nunca se deben usar productos humanos, ya que alteran el pH de los animales y pueden causar irritaciones.


3. Alimentación rica en nutrientes para un pelaje fuerte
La salud del pelaje está estrechamente ligada a la dieta. En otoño conviene reforzar la alimentación con ácidos grasos esenciales (Omega 3 y 6), que ayudan a mantener el pelo brillante y la piel libre de descamación. El aporte de proteínas de calidad también es clave, ya que son la base para regenerar los tejidos y fortalecer el crecimiento del manto. En algunos casos, los veterinarios pueden recomendar suplementos específicos para favorecer la muda de temporada.


4. Revisiones veterinarias y control de parásitos
El cambio de clima también puede traer consigo problemas dermatológicos, como alergias o resequedad excesiva. Una visita preventiva al veterinario en esta época ayuda a descartar complicaciones y a recibir recomendaciones personalizadas según la raza y edad de la mascota. Además, es importante no descuidar el control de pulgas y garrapatas, que aunque disminuyen con el frío, pueden seguir siendo una amenaza en ambientes cerrados o templados.


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