El cáncer de pulmón sigue siendo una de las principales causas de muerte por cáncer en México. En 2022, se registraron 8,257 casos nuevos, posicionándolo como el noveno tipo de cáncer más frecuente y el tercero con mayor tasa de mortalidad en el país.
Este cáncer se desarrolla en las células que recubren los bronquios, bronquiolos o alvéolos del pulmón. Se divide principalmente en dos tipos: el cáncer de pulmón de células pequeñas, casi siempre relacionado con el tabaquismo, y el cáncer de pulmón de células no pequeñas, que es más común e incluye subtipos como adenocarcinoma, carcinoma epidermoide y carcinoma de células grandes.
Aunque fumar es el factor de riesgo más conocido, esta enfermedad también puede afectar a personas que no fuman, especialmente aquellas que están expuestas durante largo tiempo al humo de segunda mano. Además, la exposición a sustancias cancerígenas como amianto, arsénico, cromo, níquel, berilio, alquitrán, cadmio y hollín aumenta considerablemente el riesgo. La contaminación ambiental también ha sido identificada como un factor que contribuye al desarrollo del cáncer de pulmón.
Este tipo de cáncer es más frecuente en personas mayores de 65 años, con una edad promedio de diagnóstico cercana a los 70 años, y afecta más a hombres que a mujeres. Un reto importante en su tratamiento es que suele no presentar síntomas en las primeras etapas. Cuando avanza, pueden aparecer signos como:
Tener antecedentes familiares de cáncer de pulmón también incrementa la probabilidad de desarrollarlo. Por ello, es fundamental la detección temprana y el control de factores de riesgo como el consumo de tabaco y la exposición a sustancias dañinas para mejorar el pronóstico de esta enfermedad.