El alcohol y la carne ultraprocesada son los alimentos más vinculados con el desarrollo del cáncer, según la dietista experta en oncología Nichole Andrews.
Estos productos, consumidos comúnmente —especialmente durante los fines de semana—, están relacionados con procesos biológicos que podrían favorecer la aparición de células cancerígenas, según estudios recientes apoyados por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Los especialistas explican que el alcohol, al ser procesado por el cuerpo, genera radicales libres que pueden dañar el ADN y causar mutaciones en las células.
En el caso de las carnes procesadas y ultraprocesadas —como embutidos, tocino y salchichas—, intervienen factores adicionales como la presencia de nitratos, la cocción a altas temperaturas y compuestos potencialmente cancerígenos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos y el hierro hemo.
Estos hallazgos renuevan la preocupación acerca de cómo ciertos patrones alimentarios pueden contribuir a la aparición de enfermedades crónicas como el cáncer, una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. El Instituto Nacional del Cáncer describe esta enfermedad como un desorden genético en el que células anormales se multiplican descontroladamente y pueden invadir otros órganos.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Costa Rica enfatiza que una alimentación adecuada es clave no solo para fortalecer el sistema inmune, sino también para prevenir diversas enfermedades e infecciones. La calidad de la dieta, junto con factores como la genética, el ambiente y el estilo de vida, tiene un impacto directo en la salud general y en la capacidad del cuerpo para enfrentar enfermedades complejas.
En este sentido, la Oficina para la Salud de la Mujer en Estados Unidos resalta que mantener una dieta equilibrada —que incluya frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y lácteos— no solo beneficia al individuo, sino que también influye positivamente en los hábitos alimenticios del hogar.
Aunque el cine y la literatura han popularizado diversas ideas sobre las experiencias cercanas a la muerte —como la sensación de ver la vida en un instante—, la ciencia actual apenas empieza a entender los procesos neurológicos involucrados. De manera similar, la investigación en nutrición y cáncer sigue revelando información nueva sobre la compleja relación entre la alimentación y el riesgo de padecer esta enfermedad.