Cereza y Cerecito regresan a casa tras sobrevivir a explosión de pipa en Iztapalapa

Tras semanas de lucha, Cereza, la perrita rescatada de la explosión en Iztapalapa, y su cachorro Cerecito, fueron dados de alta y adoptados por su refugio.

Luego de sobrevivir a la trágica explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa, la historia de Cereza y su cachorro Cerecito se ha convertido en símbolo de esperanza. Ambos fueron dados de alta y adoptados por el refugio que los rescató, “Huellitas, amor sin fronteras”, tras superar semanas de atención médica y cuidados intensivos.

Cereza y Cerecito: sobrevivientes de la tragedia en Iztapalapa

El pasado 10 de septiembre, una pipa de gas explotó en las inmediaciones del Puente de la Concordia, dejando más de 30 personas fallecidas y decenas de heridos. Entre los sobrevivientes de aquel desastre estuvo Cereza, una perrita embarazada que escapó del humo y las llamas. Su rescate, realizado por el refugio Huellitas, amor sin fronteras, conmovió a miles de personas en redes sociales.

Debido a la gravedad de sus quemaduras, Cereza fue sometida a una cesárea de emergencia, donde dio a luz a cinco cachorros. Lamentablemente, cuatro de ellos murieron días después, quedando solo Cerecito con vida.

La recuperación y adopción definitiva

Durante casi dos meses, el refugio compartió actualizaciones sobre la recuperación de ambos lomitos. Finalmente, el 7 de noviembre, la asociación informó que Cereza y Cerecito fueron dados de alta y regresaron a casa.

“Después de tanta lucha, lágrimas y esperanza, por fin podemos decirlo: Cereza y su pequeño Cerecito han llegado a casa”, publicó el refugio, encabezado por Ana Silvia Díaz, en un mensaje que se viralizó en redes sociales.

La asociación agradeció el apoyo recibido por parte de la ciudadanía, que contribuyó con donaciones y oraciones para cubrir los gastos veterinarios. Sin embargo, también señalaron que aún existen adeudos pendientes por la atención médica de ambos animales.

Un hogar para siempre

Días después, Huellitas, amor sin fronteras confirmó que ellos mismos adoptaron a Cereza y Cerecito, integrándolos definitivamente a su manada. “Sus almas ya son parte de nuestra familia. Son dos guerreros que se aferraron a sobrevivir”, expresaron en su publicación.

El caso de Cereza y su cachorro refleja el compromiso de los grupos animalistas con el rescate, rehabilitación y adopción responsable, además de la solidaridad que surge en medio de las tragedias. Hoy, ambos se encuentran sanos, seguros y rodeados de amor, cerrando así uno de los capítulos más conmovedores tras la tragedia en Iztapalapa.

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