Champions: Real Madrid también sabe hacer el ridículo

El Real Madrid es el Real Madrid. Nunca se le puede dar por vencido, y menos aún cuando tiene al Santiago Bernabéu como escenario para buscar un milagro y seguir soñando con las semifinales de la UEFA Champions League.

Sin embargo, la imagen que dejó en Londres fue preocupante. Cayó de forma contundente, goleado y superado por un Arsenal que le propinó un 3-0 rotundo, aunque el marcador pudo haber sido aún más abultado de no ser por las intervenciones de Thibaut Courtois.

Mientras el mundo madridista espera la llegada de Kylian Mbappé, Courtois se multiplicó en el campo para mantener con vida, al menos en lo numérico, a un equipo que encadena tres partidos sin ganar y dos derrotas consecutivas. Si la caída ante el Valencia en LaLiga ya dejó secuelas, el golpe sufrido en el Emirates Stadium ha dejado al Madrid al borde del abismo en Europa.

El Arsenal, agresivo, ambicioso y en gran forma, pasó por encima del equipo de Carlo Ancelotti, que no encontró respuestas ni en la estrategia ni en sus jugadores, muchos de los cuales, a pesar de su estatus de estrellas, tuvieron un rendimiento muy por debajo de lo esperado. Algunos parecían superados por el escenario, y otros simplemente desconectados del partido.

El primer tiempo terminó sin goles, pero no por falta de méritos del Arsenal. Courtois salvó el arco blanco en un par de ocasiones claras justo antes del descanso. En la segunda parte, el panorama se oscureció: el arquero belga ya no pudo sostener solo al equipo y el conjunto londinense aprovechó el bajón para sentenciar el duelo.

El protagonista fue Declan Rice, formado en el Chelsea y consolidado en el West Ham antes de convertirse en el fichaje más caro de la historia del fútbol inglés, con un costo cercano a los 117 millones de euros. El mediocampista marcó dos golazos de tiro libre, a los minutos 58 y 70, que dejaron sin reacción al Madrid, que apenas inquietó el área rival en todo el partido.

Mientras Courtois luchaba solo, el resto del equipo parecía resignado. Vinícius Júnior y Rodrygo estuvieron desaparecidos, Bellingham, Valverde y Modric no lograron tomar el control, y el equipo en general se mostró sin ideas ni intensidad. El golpe final lo dio Mikel Merino con el tercer gol, sellando una noche negra para el conjunto merengue.

Ahora, el Santiago Bernabéu tendrá la última palabra. Si bien el panorama es complicado, nunca se puede dar por eliminado al Real Madrid, especialmente en la Champions, donde históricamente ha demostrado que puede resurgir en los momentos más inesperados. No por nada es el máximo ganador del torneo.

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