Ciudadanos protestan por la falta de agua en el Fraccionamiento San Carlos
Habitantes del fraccionamiento San Carlos se manifestaron a las afueras del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) de Piedras Negras, exigiendo soluciones ante la falta prolongada de agua potable en su sector. Portando cartelones y alzando la voz, los ciudadanos reclamaron su derecho al acceso al vital líquido, el cual aseguran no han recibido con regularidad, lo que ha complicado su vida cotidiana en medio de una intensa ola de calor que supera los 40 grados centígrados.
De acuerdo con los manifestantes, han intentado entablar diálogo en diversas ocasiones con el gerente del organismo, Lorenzo Menera, sin obtener una respuesta concreta ni un calendario claro para la reactivación del servicio. La situación de desabasto, que afecta directamente la salud, higiene y bienestar de decenas de familias, encendió la indignación y provocó que los inconformes decidieran trasladarse también a la Presidencia Municipal para hacer visible su problemática.
En el palacio municipal, fueron atendidos por el alcalde, quien —ante la presión— se comprometió a enviar pipas de agua diariamente al sector afectado mientras se encuentra una solución estructural. Sin embargo, la medida ha sido recibida con escepticismo por algunos sectores de la opinión pública, al considerarse un paliativo ante un problema más profundo y reiterativo en temporadas de alta demanda.
Una crisis previsible que expone la fragilidad del sistema
El incidente refleja una situación que no es nueva ni exclusiva del fraccionamiento San Carlos. Cada verano, especialmente durante los meses más calurosos, el sistema de distribución de agua en Piedras Negras colapsa en diversas zonas de la ciudad. Las altas temperaturas incrementan la demanda, pero también evidencian la fragilidad de la infraestructura hídrica y la insuficiencia en las medidas de prevención por parte de las autoridades.
Año tras año, los habitantes son exhortados a “racionalizar el uso del agua”, mientras que los organismos operadores como SIMAS enfrentan las consecuencias de una falta de planeación a largo plazo y de inversiones puntuales. Pese a los múltiples anuncios de modernización, sectorización y mantenimiento de redes, los cortes no programados, las fugas y las bajas presiones siguen siendo una constante en colonias enteras, tanto de nueva creación como de larga data.
Retos estructurales que siguen sin resolverse
La problemática del agua no se resuelve con el envío de pipas ni con promesas temporales. Se requiere una política integral que incluya una evaluación realista del estado de la red hidráulica, la diversificación de fuentes de abastecimiento, programas eficientes de captación y reutilización, y una comunicación clara y honesta con la ciudadanía. A ello se suma la urgencia de atender el mantenimiento preventivo con visión anual y no reactiva, como ocurre en muchas zonas.
Asimismo, la gestión del agua debe contemplar la planeación urbana. El crecimiento desordenado de fraccionamientos y colonias sin garantizar el acceso a servicios básicos ha llevado a que la presión recaiga sobre sistemas que ya operaban al límite. La urbanización acelerada, muchas veces impulsada por intereses inmobiliarios, ha sido tolerada sin exigir infraestructura completa desde el arranque.
Un verano que apenas comienza
El verano 2025 apenas inicia, y las altas temperaturas ya están cobrando factura. La combinación de calor extremo, mayor consumo y una red insuficiente augura semanas críticas para SIMAS y para la ciudadanía. A medida que avancen los días, se espera que la demanda se dispare, complicando aún más el suministro en colonias populares y fraccionamientos de crecimiento reciente.
El reto será mayúsculo, y no se resolverá desde la improvisación. Las instituciones están llamadas no solo a responder con inmediatez, sino a generar estrategias sostenibles. Mientras tanto, los habitantes de Piedras Negras seguirán enfrentando una paradoja que resulta cada vez más indignante: vivir a orillas del río Bravo, pero sin agua en los grifos.
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