Colombia: atentado y derribo de helicóptero dejan 14 muertos
Dos ataques simultáneos de grupos disidentes de las FARC en Colombia dejan un saldo trágico de 14 fallecidos y más de 50 heridos, en un desafío al Estado.
Colombia vivió este jueves uno de sus días más violentos en los últimos años tras dos ataques simultáneos atribuidos a facciones disidentes de las extintas FARC, que operan en distintas regiones del país. El balance total de la jornada trágica asciende a al menos 14 personas fallecidas y más de 50 heridas, según confirmaron las autoridades civiles y militares.
Los episodios, ocurridos en el occidente y el nordeste del territorio nacional, representan un desafío directo al gobierno del presidente Gustavo Petro y evidencian la compleja situación de seguridad que persiste en varias zonas rurales de Colombia, pese a la firma del Acuerdo de Paz hace casi ocho años.
Atentado con carro-bomba sacude la ciudad de Cali
El primer incidente, y el de mayores consecuencias en términos de víctimas civiles, se registró en las primeras horas de la mañana en Cali, la tercera ciudad más poblada de Colombia. Un vehículo de carga cargado con explosivos detonó en las inmediaciones de la base de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, ubicada en el sur de la capital del Valle del Cauca.
La explosión, de gran potencia, causó destrucción en edificios aledaños, volcó vehículos y rompió los vidrios de viviendas y comercios en un radio de varios cientos de metros. La Alcaldía de Cali reportó inicialmente un balance de seis personas muertas y 50 heridas, cifras que podrían ajustarse en las próximas horas a medida que los equipos de rescate avanzan en las labores de remoción de escombros.
Las fuerzas de seguridad han acordonado la zona y han iniciado una investigación para determinar los detalles logísticos del atentado, el cual ha sido calificado como un acto de terrorismo. Este es uno de los ataques con carro-bomba más graves ocurridos en una ciudad capital en la última década.
Helicóptero de la policía es derribado en Antioquia
Horas antes del atentado en Cali, otro grupo disidente mostró su poder de fuego en la región del nordeste de Antioquia. Un helicóptero Black Hawk UH-60 de la Policía Nacional que participaba en una operación de erradicación forzosa de cultivos de uso ilícito fue impactado y derribado por proyectiles de armas de largo alcance en la zona rural del municipio de Amalfi.
La aeronave, que transportaba a miembros del cuerpo élite de la Policía, se precipitó a tierra. En el accidente, resultaron ocho uniformados muertos y otros ocho heridos, quienes fueron evacuados en medio de las difíciles condiciones de la selva. La operación de búsqueda y rescate se vio complicada por la presencia de grupos armados ilegales en la zona, una región históricamente afectada por el conflicto y los cultivos de coca.
El derribo de un helicóptero de estas características requiere de armamento sofisticado, lo que alerta sobre la capacidad militar que han logrado acumular estas disidencias.
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