Cómo aliviar el dolor de rodilla en casa: calor y frío

Subir escaleras, caminar o simplemente levantarse de una silla puede convertirse en un desafío cuando se experimenta dolor en las rodillas.

Esta molestia, común en personas de todas las edades, puede tener distintos orígenes, desde lesiones deportivas hasta enfermedades crónicas como la artritis.

Aunque en casos graves es esencial acudir al médico, hay alternativas simples que pueden aliviar el dolor leve o moderado.

Entre estas destacan tres estrategias principales: mantener un peso saludable, aplicar terapia de calor y frío, y utilizar ungüentos herbales.

Mantener un peso adecuado:
Según los especialistas, controlar el peso es clave para proteger las articulaciones. El exceso de kilos aumenta la presión sobre las rodillas y eleva el riesgo de desarrollar osteoartritis. Estudios muestran que un IMC elevado se relaciona con un mayor desgaste articular. Perder peso no solo reduce la carga sobre las articulaciones, sino que también ayuda a disminuir la inflamación. Por ello, si el dolor se relaciona con sobrepeso, lo ideal es diseñar un plan de alimentación y ejercicio personalizado junto a un profesional.

Terapia de calor y frío:
Alternar compresas calientes y frías puede ser muy efectivo. El calor relaja los músculos y mejora la circulación, aliviando la rigidez matutina, mientras que el frío es útil tras una lesión reciente porque reduce inflamación y dolor. Lo recomendable es aplicar compresas frías durante los dos primeros días posteriores a la lesión (20 minutos, entre cuatro y ocho veces al día) y luego alternar con calor, también por 20 minutos como máximo. Es importante evitar el contacto directo del hielo con la piel y no usar almohadillas demasiado calientes para prevenir quemaduras. Incluso una ducha tibia al despertar puede ayudar a reducir la rigidez.

Ungüentos herbales:
Algunos remedios naturales, como cremas que contienen canela, jengibre o aceite de sésamo, han mostrado efectos analgésicos similares a ciertos productos comerciales con salicilato. Estas plantas tienen propiedades antiinflamatorias y calmantes, aunque la evidencia científica sobre su eficacia aún es limitada. Por ello, se recomienda consultar con un médico o farmacéutico antes de utilizarlos, especialmente si se toman otros medicamentos o existen condiciones de salud previas.

En resumen, mantener un peso adecuado, aplicar calor y frío de manera correcta, y considerar ungüentos herbales pueden mejorar la calidad de vida cuando el dolor de rodilla es leve o moderado. Sin embargo, si el dolor persiste o empeora, lo más seguro es acudir a un especialista para una evaluación y tratamiento adecuado.