Cómo guardar correctamente las salchichas en el refrigerador y evitar que se echen a perder rápido
Las salchichas, uno de los embutidos más populares en todo el mundo, necesitan cuidados específicos para su conservación que aseguren su seguridad y prolonguen su duración.
Montse Meléndez, ingeniera en alimentos y creadora de contenido sobre aprovechamiento alimentario, explica cómo almacenarlas correctamente para evitar tanto el desperdicio como riesgos para la salud.
Una vez abierto el paquete, las salchichas deben guardarse en el refrigerador y consumirse dentro de los siete días siguientes. Si se desea conservarlas por más tiempo, la mejor opción es congelarlas, lo que puede extender su vida útil hasta dos meses.
Para congelarlas adecuadamente, Meléndez recomienda mantenerlas en su empaque original dentro de una bolsa especial para congelación, procurando eliminar la mayor cantidad de aire posible, o bien en un recipiente hermético.
Este embutido, habitual en desayunos, hot dogs y comidas rápidas, es perecedero, por lo que su manipulación correcta es fundamental para evitar la proliferación de microorganismos dañinos. Los signos de que están en mal estado incluyen cambios en el color, la textura, el olor o una sensación pegajosa al tacto.
“La humedad que aparece proviene del propio producto, pero si las salchichas se vuelven pegajosas o cambian de color, probablemente están contaminadas y no deben consumirse”, advierte la especialista.
Además, Meléndez enfatiza que no deben lavarse las salchichas para tratar de “salvarlas”. Si muestran signos de deterioro, lo más seguro es desecharlas.
La temperatura también es clave: deben conservarse a 4°C o menos cuando están refrigeradas, y no deben quedarse fuera del refrigerador más de dos horas después de abrirse, ya que esto favorece el crecimiento bacteriano.
El tipo de salchicha influye en su conservación: las frescas sin cocinar duran uno o dos días en refrigeración; las cocidas, entre tres y cuatro días; mientras que las salchichas secas tienen mayor durabilidad, pero igualmente requieren un almacenamiento adecuado para evitar su descomposición.
Si el paquete original no se puede volver a cerrar tras abrirlo, lo mejor es pasar las salchichas a un recipiente hermético, para reducir el riesgo de contaminación cruzada y conservarlas en buen estado por más tiempo.
Siguiendo estos consejos, no solo se asegura que las salchichas se mantengan en buen estado, sino que también se disminuye el desperdicio de alimentos y el riesgo de intoxicaciones.
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