“Con la vida no se juega”: sacerdote llama a valorar la existencia
El párroco de Santiago Apóstol, Néstor Martínez, expresó su preocupación por los intentos de suicidio recientes.
Ante los intentos de suicidio registrados en la comunidad, el sacerdote Néstor Martínez, párroco de la iglesia Santiago Apóstol, lamentó profundamente que más personas estén recurriendo a esta decisión extrema. “Son situaciones lamentables, ninguna persona debería de estar pasando por momentos así, pero la realidad es otra”, dijo.
El sacerdote explicó que existen múltiples factores que pueden llevar a una persona a considerar el suicidio, entre ellos la falta de apoyo oportuno. “Desafortunadamente, para muchas personas las posibilidades de buscar ayuda son pocas, y en momentos críticos una ayuda a tiempo puede cambiar cualquier situación”, señaló.
Falta de apertura
Martínez reconoció que a muchas personas les cuesta abrirse con otros, incluso con familiares o amigos, lo que incrementa el riesgo. “Mostrar lo que pasa en nuestro interior no es fácil, y muchas veces nos cuesta hablar de ello. Esa falta de apertura complica todavía más la situación”, expresó.
El párroco también abordó la percepción de que algunos intentos de suicidio se utilizan como una salida rápida o una forma de llamar la atención. “Se pelea con la pareja y ya se piensa en el suicidio, se pierde el trabajo y también. Para algunos se vuelve un recurso fácil, y eso es peligroso. Con la vida no se juega”, afirmó.
Valor y fortaleza
Para el sacerdote, la clave está en enfrentar con valentía las adversidades. “La vida siempre es valiosa y debemos respetarla. En lugar de recurrir al suicidio como manipulación o justificación, debemos demostrar valor, determinación y enfrentar cualquier problema con firmeza”, exhortó.
Recomendación
Martínez recomendó a quienes atraviesan momentos de oscuridad buscar apoyo integral. “Primero que nada, hay que buscar ayuda espiritual y psicológica. Hacer oración y encomendarse a Dios siempre puede cambiar por completo cualquier situación”, afirmó.
El sacerdote subrayó que una parte del problema es que muchas personas han perdido la confianza en Dios. “A veces pedimos y queremos respuestas inmediatas. Al no verlas, nos desesperamos y dejamos de confiar. Pero Dios nunca nos abandona, siempre tiene algo bueno para nosotros”, expresó con fe.
Finalmente, hizo un llamado a abrirse a la luz y no dejarse vencer por la oscuridad. “Busquen a Dios, porque en Él siempre habrá un rayito de luz, un rayo de esperanza que poco a poco ilumina cualquier vida en la oscuridad”, concluyó.
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