COP30: Acuerdo climático en Brasil genera reacciones divididas entre países

Casi 200 países lograron un modesto acuerdo en la COP30 de la ONU en Brasil, generando una ola de reacciones que van desde el triunfo hasta la decepción por falta de ambición.

La cumbre climática COP30 de la ONU en la región amazónica de Brasil concluyó este sábado con un acuerdo que, si bien fue calificado de aceptable por algunos países en medio de tensas negociaciones y la ausencia de Estados Unidos, fue visto como insuficiente por otros. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, celebró que "la ciencia prevaleciera" y "el multilateralismo triunfara", destacando la masiva participación. Sin embargo, líderes como el presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticaron duramente la falta de un plan claro para la eliminación gradual de los combustibles fósiles.

El acuerdo alcanzado en Belém, Brasil, generó posturas contrastantes entre las delegaciones de las principales potencias y las naciones más vulnerables, poniendo de manifiesto la "peligrosamente amplia" brecha entre la ciencia y la realidad política.

Europa y Latinoamérica: opiniones dispersas

Desde Europa, el comisario de clima de la Unión Europea (UE), Wopke Hoekstra, reconoció que hubieran preferido "más ambición en todo", aunque consideró que el acuerdo va "en la dirección correcta". Por su parte, la ministra francesa de transición ecológica, Monique Barbut, fue más contundente al afirmar: "No puedo decir que esta COP haya sido un éxito". El secretario británico de Energía, Ed Miliband, apuntó a la naturaleza del proceso, señalando que "cada COP tiene sus frustraciones".

En contraste, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó duramente la declaración final. Su país "no acepta" que el documento no "diga con claridad, como lo hace la ciencia, que la causa de la crisis climática son los combustibles fósiles".

El bloque BASIC y países menos desarrollados

El grupo BASIC, conformado por Brasil, Sudáfrica, India y China, elogió el resultado. Un representante de India calificó el acuerdo de "significativo", reconociendo el esfuerzo del equipo presidencial brasileño. China, a través de su viceministro de Ecología y Medio Ambiente, Li Gao, se mostró "satisfecha con el resultado", considerándolo un "éxito en una situación muy difícil".

Por otro lado, Evans Njewa, representante de 44 países menos desarrollados, aunque admitió no haber ganado en "todos los frentes", celebró un logro crucial: "conseguimos triplicar la financiación para la adaptación para 2035".

La visión de Naciones Unidas

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, reconoció la decepción que el resultado podría generar entre los jóvenes y los pueblos indígenas. En una declaración, Guterres afirmó: "No puedo pretender que la COP30 haya logrado todo lo necesario". La brecha con las exigencias científicas "sigue siendo peligrosamente amplia", por lo que prometió seguir impulsando una mayor ambición.

Críticas de ONGs: falta de compromiso fósil

Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) señalaron el "acuerdo debilitado" debido a un elemento central: la falta de un plan claro y concreto para la eliminación gradual de los combustibles fósiles.

Ani Dasgupta, del Instituto de Recursos Mundiales, si bien destacó los avances en la financiación para la adaptación y la protección de los bosques, afirmó que las negociaciones formales resultaron insuficientes. Ilan Zugman, director de 350.org, concluyó que la ausencia de compromisos concretos en el texto final demuestra quiénes se benefician: "la industria de los combustibles fósiles y los ultra-ricos".

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