Aunque las cucharas de madera son un elemento tradicional y apreciado en muchas cocinas por su funcionalidad y apariencia, su uso debe ir acompañado de ciertas precauciones si se busca mantener la higiene.
Según especialistas del Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Santiago, lo ideal es reemplazarlas cada seis meses para evitar la acumulación de bacterias que podrían afectar la salud.
Esto se debe a que la madera es un material poroso, lo que significa que, incluso con una limpieza cuidadosa, puede retener humedad. Con el tiempo, esto provoca que la madera se expanda y se formen pequeñas grietas donde pueden quedarse restos de alimentos y proliferar microorganismos.
En términos de higiene, los expertos comparan las cucharas de madera con los cepillos de dientes, que también necesitan ser reemplazados periódicamente por razones similares: la acumulación invisible de gérmenes.
Además de cambiar estos utensilios con regularidad, se recomienda tomar medidas en el uso diario, como usar cucharas diferentes para alimentos crudos y cocidos, con el fin de prevenir la contaminación cruzada.
Para una correcta desinfección, los especialistas sugieren sumergir las cucharas en agua hirviendo durante al menos cinco minutos después de usarlas y dejarlas secar al aire completamente.
Cabe destacar que este tipo de utensilios sigue teniendo varias ventajas: no rayan superficies antiadherentes, no se calientan como los metálicos (evitando quemaduras) y no alteran el sabor de los alimentos.
No obstante, es importante equilibrar estos beneficios con una adecuada gestión de su limpieza y duración para evitar posibles riesgos sanitarios.