“Cúpula Dorada” de Trump inquieta a potencias nucleares

Rusia plantea reanudar contactos estratégicos con Estados Unidos tras el anuncio de Donald Trump sobre el nuevo escudo antimisiles "Cúpula Dorada".

Rusia afirmó que, pese a considerar que el desarrollo del escudo antimisiles por parte de Estados Unidos es una cuestión de soberanía, será necesario restablecer contactos estratégicos con Washington para preservar la estabilidad global.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que aunque el nuevo sistema de defensa antimisiles anunciado por Donald Trump se enmarca dentro de la soberanía estadounidense, las consecuencias geopolíticas que podría tener hacen urgente reactivar los canales de comunicación entre Moscú y Washington.

Peskov subrayó que "el curso de los acontecimientos requerirá la reanudación de los contactos", los cuales deben darse "en interés de ambos países y de la seguridad mundial", en referencia a la estabilidad entre las dos principales potencias nucleares.

Estas declaraciones reflejan un matiz en la postura de Rusia, que anteriormente había calificado de “desestabilizador” el proyecto, impulsado por Trump bajo el nombre de “Cúpula Dorada”, con un presupuesto de 175.000 millones de dólares.

"Cúpula Dorada" reaviva tensiones entre potencias nucleares

El proyecto fue presentado oficialmente el pasado martes, luego de recibir luz verde para estudios técnicos en enero. Trump afirmó que la iniciativa busca "interceptar misiles incluso si son lanzados desde el otro lado del mundo o desde el espacio", reforzando la seguridad estadounidense ante amenazas balísticas.

Sin embargo, el anuncio ha provocado reacciones de alarma. China, por su parte, manifestó que este sistema socava la estabilidad mundial y pidió a Estados Unidos que abandone su desarrollo cuanto antes. La vocera de la cancillería china, Mao Ning, advirtió que convertir el espacio en un escenario militar activo rompe con los equilibrios internacionales.

Durante los primeros meses de 2025, Moscú y Beijing condenaron el proyecto por considerar que busca militarizar el espacio, en un eco de las tensiones propias de la Guerra Fría, cuando Ronald Reagan propuso una iniciativa similar conocida como la "Guerra de las Galaxias".

Entre la defensa y la disuasión nuclear

El nuevo escudo antimisiles ha sido interpretado por varios analistas como parte de una estrategia de contención frente a amenazas emergentes, aunque Rusia y China lo ven como una amenaza directa a la paridad nuclear que ha regido la política global desde la firma de los tratados de desarme.

Las autoridades rusas insisten en que, aunque reconocen el derecho de EE.UU. a implementar su defensa, no se puede ignorar el impacto que este tipo de decisiones tienen sobre la seguridad internacional, especialmente en un momento de alta tensión global.

La posibilidad de retomar el diálogo bilateral sobre desarme nuclear y estabilidad estratégica representa, según Moscú, una vía necesaria para evitar una escalada armamentista que comprometa la paz mundial.

¿Regresan los diálogos de control armamentista?

El llamado de Rusia a restablecer los contactos estratégicos puede abrir una nueva etapa en la relación entre Washington y Moscú, que se ha visto deteriorada en los últimos años por múltiples crisis diplomáticas y militares, incluyendo la situación en Ucrania.

Peskov no precisó si ya existen canales activos, pero destacó que la estabilidad global requiere de una cooperación continua, sobre todo en temas tan delicados como los sistemas de defensa antimisiles y la carrera espacial militarizada.

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