De uñas a tráileres: Karina deja la belleza por su sueño de infancia
Karina Valdés, de Toluca, dejó su negocio de belleza para cumplir su sueño de infancia: ser trailera y egresada única del CECATI 9 en Monclova.

Karina Valdés Contreras es la única mujer egresada de la segunda generación del CECATI 9. Dejó su negocio de belleza para cumplir su sueño: ser trailera.
Con solo secundaria terminada, tres hijos y una pasión que arrastraba desde niña, Karina Valdés dejó su antiguo oficio para conquistar las carreteras. A sus 32 años, y con el apoyo de su esposo trailero, esta mujer originaria de Toluca se convierte en inspiración como la única mujer egresada de la segunda generación de operadores de autotransporte del CECATI 9 en Monclova.
Un sueño sobre ruedas desde la infancia
Desde pequeña, Karina decía que quería ser trailera. Sin embargo, por circunstancias personales, ese sueño se fue postergando hasta que la vida la trajo desde Toluca a Monclova, donde finalmente encontró la oportunidad de estudiar en el CECATI 9.
Aunque tenía un negocio dedicado a la belleza, aplicación de uñas y pestañas, decidió cambiar radicalmente su rumbo profesional.
“Cuando vi el anuncio del curso, dije: ‘yo voy a entrar' y me dediqué completamente a esto”, compartió.
Madre, trailera y decidida
Karina es madre de tres hijos de 14, 9 y 6 años. Aunque reconoce los retos de combinar la maternidad con una profesión demandante y de riesgo, cuenta con una ventaja importante: su esposo también es operador de tráiler, y gracias a él ya conocía algunas rutas y maniobras básicas.
“Mucho tiempo anduve con él en el tráiler. Aprendí poquito, pero aquí en el CECATI nos capacitaron muy bien. Ahora me siento capaz, nerviosa aún, pero segura”, afirmó.
En busca de rutas cortas
Aunque su intención es ejercer como operadora de autotransporte, Karina planea iniciar con rutas cortas, como Monclova-Monterrey o Saltillo, para poder estar cerca de sus hijos.
“Sí pienso trabajar, pero en rutas que me permitan seguir con mi familia. Esta profesión me gusta, me apasiona y además, económicamente, también ayuda”, comentó. Y aunque sabe que hay riesgos, afirma que se siente preparada: “Me daba miedo no poder hacer alguna maniobra, pero con la práctica y lo aprendido, sé que puedo lograrlo”.
Respeto y compañerismo en un mundo de hombres
En su grupo, Karina fue la única mujer entre 18 hombres. Sin embargo, el ambiente fue siempre de respeto y compañerismo. “Mis compañeros me apoyaron mucho. Algunos ya sabían manejar, y aprendí mucho de todos”, contó con orgullo.
Con esta graduación, Karina Valdés no solo obtiene una constancia, sino también el reconocimiento por abrir camino en un sector donde las mujeres aún son pocas.


Noticias del tema