Descongelar los alimentos de manera adecuada es fundamental dentro de la cadena de seguridad alimentaria, pues previene el crecimiento de bacterias que pueden provocar enfermedades graves.
Aunque es una práctica habitual en muchos hogares, hacerlo incorrectamente puede poner en riesgo la salud.
El método más seguro y recomendado por expertos es trasladar los alimentos del congelador al refrigerador para que se descongelen de forma lenta y controlada.
Este proceso mantiene los alimentos fuera de la llamada “zona de peligro” de temperatura —entre 4°C y 60°C—, donde las bacterias se reproducen rápidamente.
Importancia de evitar la zona de riesgo térmico
Mantener los alimentos a temperaturas adecuadas es crucial. Durante la descongelación, los productos deben mantenerse por debajo de los 4°C para impedir la proliferación de microorganismos. Según especialistas en higiene alimentaria, las bacterias pueden duplicar su número en tan solo 20 minutos si el alimento se encuentra dentro de esta zona peligrosa.
Por ello, se recomienda no descongelar los alimentos a temperatura ambiente ni sumergirlos en agua caliente, ya que esto eleva la temperatura superficial mientras que el interior permanece congelado, creando condiciones ideales para la contaminación bacteriana.
Métodos seguros para descongelar
Además del refrigerador, otros métodos confiables incluyen el uso del microondas, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante y cocinando el alimento inmediatamente después de descongelarlo. También está la opción de usar agua fría, cambiándola cada 30 minutos y asegurándose de que el alimento esté en un recipiente hermético.
Usar recipientes adecuados al descongelar en el refrigerador ayuda a recoger los líquidos que puedan salir, evitando la contaminación cruzada y manteniendo limpio el área. Siempre que sea posible, es mejor conservar los productos en su empaque original.
Higiene y manipulación adecuada
La higiene es clave al manejar alimentos descongelados. Es fundamental lavarse bien las manos antes y después del proceso, así como limpiar cuidadosamente los utensilios y superficies para evitar la transferencia de bacterias.
Por ejemplo, la carne debe cocinarse completamente tras descongelarla, ya que es muy susceptible a la contaminación si no se manipula con precaución. También es importante no volver a congelar alimentos que ya han sido descongelados a menos que se hayan cocinado previamente.
Errores comunes a evitar
Entre los errores más frecuentes está dejar alimentos descongelando sobre la encimera para acelerar el proceso, lo cual aumenta considerablemente el riesgo de intoxicación alimentaria. También se debe evitar descongelar alimentos en agua caliente o expuestos directamente al sol.
Adoptar prácticas seguras para descongelar no solo conserva el sabor y la textura de los alimentos, sino que también es una forma efectiva de proteger la salud de toda la familia. Implementar estos hábitos es un paso sencillo pero fundamental para mejorar la seguridad alimentaria en casa.