Diputado exhorta a la SEP a implementar servicios de orientación y atención psicológica en escuelas
El legislador subrayó que la salud mental de niñas, niños y adolescentes enfrenta una situación crítica.

En un llamado que busca colocar la salud mental de la niñez y adolescencia en el centro de la agenda educativa nacional, el Diputado Local del Distrito 2, Lic. Guillermo Ruiz Guerra, presentó ante el Pleno del Congreso del Estado de Coahuila de Zaragoza una Proposición con Punto de Acuerdo para exhortar respetuosamente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) del Gobierno Federal a que implemente, en coordinación con las autoridades estatales, servicios de orientación y atención psicológica permanentes en los centros educativos del país, con énfasis en los niveles de educación básica y media superior.
La propuesta surge como una respuesta urgente ante el deterioro alarmante de la salud mental de niñas, niños y adolescentes en México, fenómeno que ha sido ampliamente documentado en los últimos años por organismos nacionales e internacionales, y que se ha visto agravado por una serie de factores estructurales y sociales que afectan de manera directa el entorno escolar y familiar de millones de estudiantes.
Una crisis de salud mental que no puede ignorarse
Durante su intervención, el legislador coahuilense advirtió que la salud emocional de las nuevas generaciones enfrenta un momento crítico, influido por condiciones como la violencia doméstica y comunitaria, el acoso escolar, la presión social, la fragmentación de los núcleos familiares y los efectos prolongados de la pandemia por COVID-19. A todo ello se suman los desafíos propios del desarrollo psicosocial durante la infancia y la adolescencia, que en ausencia de redes de apoyo adecuadas pueden desencadenar cuadros de depresión, ansiedad, trastornos de conducta, ideación suicida y otros padecimientos de salud mental.
En este contexto, Ruiz Guerra enfatizó la urgencia de contar con personal especializado en psicología dentro de las escuelas, que no solo actúe en situaciones de crisis, sino que también participe de manera activa en la formación de climas escolares saludables, en la promoción de habilidades socioemocionales, y en el diseño de estrategias preventivas que fortalezcan la resiliencia de los estudiantes ante los desafíos de su entorno.
Una omisión preocupante del sistema educativo
Pese a que la Ley General de Educación establece claramente el principio de una formación integral que incluye el bienestar emocional, en la práctica, la gran mayoría de las escuelas en el país operan sin apoyo psicológico profesional, dejando esta labor en manos de docentes, directivos y trabajadores sociales que, si bien están comprometidos con sus comunidades escolares, no cuentan con las herramientas técnicas ni la formación especializada para atender los complejos cuadros emocionales y conductuales que se presentan entre el alumnado.
El legislador alertó que esta carencia no solo limita la capacidad del sistema educativo para intervenir en casos de violencia o deserción, sino que también perpetúa un modelo reactivo que atiende los síntomas sin abordar las causas. Al no ofrecer acompañamiento emocional sistemático, muchas escuelas terminan por normalizar problemáticas como el bullying, el aislamiento social, la autolesión y el abandono escolar, reproduciendo un círculo de exclusión y sufrimiento silencioso que afecta no solo el rendimiento académico, sino el desarrollo humano de millones de estudiantes.
Un modelo restaurativo para una escuela inclusiva
Ruiz Guerra subrayó que la atención psicológica escolar debe ir más allá de la intervención en crisis. Propuso que los modelos de disciplina y convivencia dentro de las instituciones educativas incorporen un enfoque restaurativo, centrado en la comprensión, el diálogo y la reparación del daño, en lugar de la sanción o el castigo inmediato. Para ello, es indispensable la presencia de profesionales de la salud mental capaces de diagnosticar, intervenir y acompañar a los alumnos en sus procesos emocionales, además de capacitar al personal docente y brindar orientación a las familias.
El enfoque restaurativo propuesto busca fomentar comunidades escolares más empáticas, seguras e inclusivas, donde los conflictos se aborden como oportunidades de aprendizaje emocional y no como faltas que deban castigarse sin contexto. Esto requiere un cambio cultural en la forma en que se entiende la disciplina y la autoridad dentro del aula, así como el reconocimiento de que la salud mental es tan prioritaria como el aprendizaje académico.
Una propuesta con sustento en experiencias locales
El diputado recordó que el estado de Coahuila ha sido pionero en impulsar programas comunitarios de salud mental como “Psicólogo en tu Comunidad”, una iniciativa que ha demostrado ser viable, efectiva y bien recibida por la ciudadanía. Este programa ha acercado atención psicológica gratuita a distintos sectores sociales, evidenciando que cuando existen voluntad política y recursos adecuados, es posible avanzar hacia una red de apoyo emocional sólida y accesible.
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