Dolor en pies y tobillos: señales de alerta, causas frecuentes y cómo prevenirlo

Los pies están formados por 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 músculos, ligamentos y tendones, y son los encargados de soportar el peso del cuerpo durante toda la vida. Esta complejidad los hace propensos a sufrir lesiones, dolores y enfermedades degenerativas, especialmente con el paso del tiempo o cuando se someten a cargas excesivas.
El Dr. Travis Hanson, cirujano ortopédico especializado en pie y tobillo del Hospital Houston Methodist, señala que el dolor en estas áreas puede tener diversas causas, que van desde el desgaste natural por la edad hasta el uso de calzado inadecuado, lesiones repetitivas o incluso indicios de enfermedades sistémicas.
Factores que causan dolor en pies y tobillos
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Edad y desgaste natural
Con el envejecimiento, los tejidos blandos del pie —como tendones, ligamentos y músculos— sufren pequeños desgarros y cambios degenerativos que pueden generar molestias constantes. Aunque el dolor puede afectar a personas de todas las edades, es más común en adultos mayores. -
Rigidez articular y enfermedades inflamatorias
Enfermedades como la artritis o la tendinitis causan rigidez en las articulaciones, lo que aumenta la presión en ciertas áreas del pie y el tobillo, provocando dolor crónico si no se trata con estiramientos y terapias físicas adecuadas. -
Lesiones agudas y por uso excesivo
Las lesiones pueden ocurrir de forma súbita, como los esguinces, o desarrollarse gradualmente por sobrecarga, como la periostitis tibial en corredores. El Dr. Hanson compara el cuerpo con un clip metálico que se rompe si se dobla repetidamente. -
Permanecer mucho tiempo de pie
Estar de pie durante largos períodos puede causar dolor, sobre todo si se suma el sobrepeso, caminar sobre superficies duras o usar zapatos inapropiados. -
Calzado inadecuado
No hay un calzado ideal para todos. Por ejemplo, quienes tienen artritis en el mediopié pueden beneficiarse de zapatos con suelas gruesas y curvas (tipo rocker bottom) que alivian el dolor al caminar. Es importante probar diferentes modelos y elegir el que mejor se adapte al pie para evitar molestias. -
Exceso de peso
El sobrepeso aumenta la presión sobre los pies, lo que favorece el desgaste y las lesiones. Mantener un índice de masa corporal (IMC) por debajo de 25 puede reducir considerablemente el riesgo de dolor.
Ubicación del dolor y condiciones comunes
El tipo y lugar del dolor pueden ayudar a identificar el problema:
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Tobillo: esguinces, artritis o inflamación articular.
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Parte posterior del talón: tendinitis aquílea, desgarros del tendón de Aquiles o espolones óseos.
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Planta del pie: fascitis plantar, pies planos o espolones calcáneos.
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Empeine: artritis, esguinces o espolones.
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Dedos del pie: juanetes, dedos en martillo o gota.
Por ejemplo, la fascitis plantar provoca dolor intenso al dar los primeros pasos en la mañana, mientras que la tendinitis aquílea es común en deportistas pero también puede afectar a personas sedentarias. En casos graves, puede ser necesaria cirugía si los tratamientos conservadores como fisioterapia o antiinflamatorios no funcionan.
El dolor en el pie puede ser signo de problemas más graves
Algunos síntomas en los pies no provienen de una lesión local, sino que reflejan enfermedades sistémicas. El Dr. Hanson menciona que condiciones como la gota (acumulación de ácido úrico), mala circulación o neuropatías pueden manifestarse inicialmente con dolor, inflamación o sensación de hormigueo en los pies.
“Muchas veces somos los primeros en detectar estas enfermedades al examinar los pies”, comenta el especialista, quien subraya la importancia de acudir al médico para una evaluación adecuada.
Si el dolor en pies o tobillos es tan intenso que dificulta caminar o afecta las actividades diarias, es recomendable buscar atención médica. En dolencias crónicas no siempre es necesario tratar, pero si el malestar persiste o afecta la calidad de vida, una evaluación profesional puede evitar complicaciones mayores.
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