Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa

Con el Domingo de Ramos, la comunidad católica de Piedras Negras da inicio a la Semana Santa 2025, una de las festividades religiosas más significativas del año. Las iglesias locales han preparado una serie de celebraciones litúrgicas, mientras que diversos espacios culturales abren sus puertas para recibir a los visitantes.
Con la tradicional bendición y procesión de ramos, la comunidad católica de Piedras Negras se une a millones de fieles en el mundo para recordar la entrada de Jesús a Jerusalén, montado en un asno, entre aclamaciones de “¡Hosanna!”. Esta celebración contrasta con la proclamación del Evangelio de la Pasión, en la que esa misma multitud pide la crucifixión del Mesías, reflejando la fragilidad del entusiasmo humano frente a la fidelidad a la verdad.
La dualidad litúrgica del Domingo de Ramos une la alegría de la bienvenida con la crudeza del sacrificio que vendrá. De este modo, se abre camino hacia la Semana Santa, un tiempo de recogimiento, oración y profundo significado espiritual para millones de creyentes.
El Triduo Pascual: Jueves, Viernes y Sábado Santos
Jueves Santo: Institución de la Eucaristía y el sacerdocio
El Jueves Santo conmemora la Última Cena, donde Jesús instituyó la Eucaristía y el sacerdocio, además de proclamar el mandamiento nuevo del amor. En su homilía, el Obispo de Piedras Negras, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, destacó el simbolismo de este día, que incluye el lavatorio de los pies, un gesto que representa el servicio y la humildad cristiana.
La celebración concluye con el traslado solemne del Santísimo Sacramento al lugar de velación, evocando la oración de Jesús en el Huerto de los Olivos, e invitando a los fieles a unirse en adoración silenciosa.
Viernes Santo: Pasión del Señor y vía crucis viviente
El Viernes Santo, la Iglesia no celebra misa, sino que realiza la Liturgia de la Pasión del Señor, centrada en la adoración de la cruz. En Piedras Negras, diversas parroquias organizan vía crucis vivientes, que permiten a los asistentes meditar de forma más intensa en el sufrimiento de Cristo.
Durante la noche, es común que se realicen marchas del silencio y el rezo del rosario, acompañando simbólicamente a la Virgen María en su dolor por la muerte de su hijo.
Sábado Santo: La espera silenciosa y la Vigilia Pascual
El Sábado Santo es un día de espera y silencio, en el que la Iglesia permanece sin celebrar misa ni sacramentos, excepto la unción de los enfermos o la comunión a personas en peligro de muerte. Jesús reposa en el sepulcro y la comunidad se prepara espiritualmente para celebrar su resurrección.
Por la noche, tiene lugar la Solemne Vigilia Pascual, considerada la celebración más importante del año litúrgico. Esta ceremonia inicia con la bendición del fuego nuevo y el encendido del cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado. Los fieles encienden sus velas con esta luz, y la iglesia, inicialmente a oscuras, se ilumina progresivamente.
Durante la liturgia se proclama el pregón pascual, se leen pasajes clave de la historia de la salvación, se canta el Gloria y se repican las campanas. Se realiza también la renovación de las promesas bautismales y la bendición del agua, signos de renovación espiritual.
Domingo de Pascua: La victoria de la vida sobre la muerte
El Domingo de Pascua, también llamado Domingo de Resurrección, es el punto culminante de la Semana Santa. Los fieles celebran que Jesús ha resucitado, venciendo a la muerte y dando sentido a la esperanza cristiana.
Este día invita a los creyentes a dejar atrás el miedo y la desesperanza, recordando que el amor no queda sepultado y que la fe en Cristo transforma todas las realidades. Las misas pascuales, llenas de alegría y canto, celebran la vida nueva y el llamado a vivir como resucitados.
Fe y tradición: Un llamado a la participación activa
La Diócesis de Piedras Negras ha invitado a toda la comunidad a participar activamente en las celebraciones, siguiendo con respeto y recogimiento los diversos momentos del calendario litúrgico. Las actividades están diseñadas para ayudar a los fieles a profundizar en su fe y renovar su compromiso cristiano.
Asimismo, las autoridades eclesiásticas recuerdan la importancia de mantener el orden y la solemnidad en los actos religiosos, especialmente en los momentos de adoración y procesiones, elementos esenciales del sentido profundo de la Semana Santa.

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