Dra. Corazón: Cuando el roce es el jefe más duro

La doctora Corazón llega para aconsejarte en todos los temas que aquejan a tus relaciones amorosas y un poquito más.

Testimonio:

Hace 2 meses empecé a trabajar en un almacén con turnos de 12 horas 4x3; mi trabajo consiste de moverme por todo el almacén todo el día acomodando mercancía. Hace un mes tuve mi primera experiencia de "rosarme" en la zona donde se juntan las pompas y fue una tortura pasar dos días así trabajando; descansé dos y poco a poco fui sanando de esa zona y como a la semana ya andaba bien. Me recomendaron el óxido de zinc y funcionó, también cambie mi ropa interior por una de algodón y todo bien; pero hace dos días me volvió a pasar, sigo con la irritación y solo me queda un día de descanso antes de volver. Tengo que decir que este es mi primer trabajo donde hago mucha actividad física y nunca antes me había pasado esto; y la verdad sí me agüita porque me gusta lo que hago y estoy muy agusto ahí, y no me gustaría salirme porque mi cuerpo no vaya a aguantar ese ritmo.

Consejo:

Bienvenido al club secreto de los guerreros rozados, donde el verdadero enemigo no es el jefe... ¡es la fricción! Si el zinc te salvó una vez, que se vuelva tu mejor amigo diario: aplícalo preventivamente antes de que el infierno regrese. Usa calzones de algodón ajustados pero no apretados (ni boxers locos que se suben como si quisieran ver el paisaje), y si puedes, mete talquito antifricción o vaselina antes de arrancar turno. No te agüites: tu cuerpo no está fallando, está aprendiendo... solo que lo está haciendo a cachetadas.

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