Las migrañas, los coágulos sanguíneos en las venas, las enfermedades renales o hepáticas, y el cáncer generalmente no se consideran factores de riesgo importantes para un accidente cerebrovascular (ACV). Sin embargo, un estudio reciente indica que estos factores menos comunes pueden aumentar significativamente las probabilidades de sufrir un ACV en personas menores de 50 años.
El Dr. Jukka Putaala, líder del estudio y jefe de la unidad de ACV del Hospital Universitario de Helsinki, en Finlandia, señaló en un comunicado que la migraña, en particular, emerge como uno de los factores de riesgo más relevantes en el desarrollo de ACV en adultos jóvenes.
Los factores de riesgo no tradicionales resultaron ser especialmente importantes en personas con un defecto cardíaco conocido como foramen oval permeable (FOP), un agujero en las cámaras superiores del corazón. Este hallazgo fue publicado en la revista Stroke el 17 de abril.
El estudio analizó los datos de más de 1,000 personas de entre 18 y 49 años en Europa, la mitad de las cuales habían sufrido un ACV isquémico (causado por un coágulo) sin una causa aparente. Se compararon con individuos saludables, analizando 12 factores de riesgo tradicionales, 10 factores no tradicionales y 5 específicos de las mujeres para identificar patrones en los ACV inexplicables.
Los factores de riesgo tradicionales incluyen hipertensión, diabetes, colesterol alto, tabaquismo, enfermedades cardíacas, obesidad, dieta poco saludable, inactividad física, consumo de alcohol, estrés y depresión. Los factores no tradicionales incluyen migrañas con aura, enfermedades renales, hepáticas, trastornos sanguíneos, enfermedades autoinmunes y cáncer.
Los resultados revelaron que, en personas sin FOP, cada factor de riesgo no tradicional aumentaba el riesgo de ACV en un 70%, mientras que los factores de riesgo tradicionales lo aumentaban en un 41%. En las mujeres sin FOP, los factores no tradicionales elevaban el riesgo en un 70%. Entre aquellos con FOP, los factores no tradicionales duplicaron las probabilidades de sufrir un ACV.
La Dra. Tracey Madsen, vicepresidenta de investigación en medicina de emergencia de la Universidad de Vermont, comentó que reconocer los riesgos específicos que afectan a las mujeres, como las migrañas con aura y las complicaciones del embarazo, podría cambiar el enfoque en la detección y educación de los pacientes más jóvenes respecto al riesgo de ACV.