Los cereales para el desayuno siguen siendo los preferidos tanto por los niños como por quienes mantienen un espíritu juvenil, aunque no siempre representan la opción más saludable para iniciar el día.
Una reciente investigación reveló que los cereales listos para consumir han ido incrementando su contenido de grasa, sodio y azúcar con el paso del tiempo.
El estudio examinó 1,200 productos dirigidos al público infantil que se lanzaron en Estados Unidos entre 2010 y 2023. En ese lapso, la cantidad de grasa por porción aumentó cerca de un 34%. Asimismo, el sodio creció un 32% y el azúcar casi un 11%.
Según los investigadores, una sola ración de estos cereales puede contener azúcar en niveles que exceden el 45% del máximo diario recomendado para niños por la Asociación Americana del Corazón.
Además, se observó una disminución notable en nutrientes beneficiosos como la proteína y la fibra en los cereales de 2023.
Los autores del estudio advierten que estos resultados reflejan una tendencia de la industria a priorizar el sabor sobre el valor nutricional, lo que puede estar alimentando el aumento de la obesidad infantil y elevando los riesgos de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.