El contraste del recuerdo: unas tumbas llenas de vida, otras cubiertas por el silencio
Durante el recorrido por el Panteón Municipal de la colonia Buena Vista en el Día de Muertos, se observó cómo decenas de familias llegaban con flores, herramientas y comida para honrar a sus difuntos. Sin embargo, entre la vida y la memoria, muchas tumbas permanecen cubiertas por el silencio y el abandono.
Familias que limpian, conviven y recuerdan
Desde temprano, el camposanto se llenó de visitantes que con escobas, cubetas y arreglos florales se dispusieron a limpiar las tumbas de sus seres queridos. Algunas familias llevaron música y comida, convirtiendo la jornada en una convivencia entre vivos y muertos. “Venimos cada año, es nuestra forma de sentirlos cerca”, comentó una visitante mientras colocaba una cruz adornada con cempasúchil.
No todos, sin embargo, pudieron regresar. Entre los pasillos se observan lápidas cubiertas de maleza, cruces caídas y sepulcros olvidados por completo. El contraste entre el color de las flores frescas y el gris del descuido evidencia una realidad que persiste año tras año.
Discrepancias en las cifras de abandono
El administrador del panteón municipal informó que entre 150 y 200 tumbas se encuentran en completo abandono, de un total aproximado de 7,000 fosas en todo el cementerio. Sin embargo, en redes sociales y algunos medios locales circulan estimaciones que hablan de un 30% a 35% de tumbas abandonadas, lo que equivaldría a más de 2,000.
Esta diferencia notable refleja la falta de un registro actualizado y sistemático, un punto que coincide con el diagnóstico del INEGI, que en su levantamiento sobre panteones de 2020–2021 contabilizó más de 6.1 millones de tumbas a nivel nacional, con un 16% al 19% disponibles. Dicho organismo ofrece tabulados municipales que podrían servir para precisar la situación en Piedras Negras, con datos sobre capacidad, ocupación, inhumaciones y mantenimiento.
Durante el recorrido, Margarita Solís, quien trabaja limpiando tumbas junto con una cuadrilla, explicó que estos días no son muy activos del año: “Cobramos entre 50 y 80 pesos por limpieza, pero ahorita no hay tanto trabajo porque muchos prefieren venir ellos mismos a hacerlo y convivir con sus difuntos”.
El contraste entre quienes mantienen viva la tradición y los espacios donde solo queda el polvo revela un problema más profundo: la pérdida de vínculo con la memoria familiar y el descuido de los espacios públicos de descanso eterno.
Mientras unas manos cepillan las lápidas con devoción, otras han dejado que el tiempo borre los nombres y las historias que ahí reposan. El Día de Muertos en Piedras Negras muestra, así, dos caras de la misma costumbre: la del recuerdo que florece y la del olvido que se extiende entre las tumbas silenciosas.
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