Un estudio reciente sugiere que las personas cuyo cuerpo envejece más rápidamente podrían tener un mayor riesgo de desarrollar demencia en comparación con aquellas que experimentan un envejecimiento más normal o lento.
Según los investigadores, las personas con una edad biológica avanzada tienen aproximadamente un 30% más de probabilidad de desarrollar demencia que aquellas cuyo envejecimiento corporal está más alineado con su edad cronológica. Además, las personas con una mayor edad biológica mostraron cambios en su cerebro relacionados con la demencia, como el encogimiento cerebral, de acuerdo con los hallazgos publicados en la edición del 30 de abril de la revista Neurology.
El investigador principal, Yacong Bo, de la Universidad de Zhengzhou en China, explicó que los cambios estructurales en el cerebro son responsables de parte, pero no de toda, la relación entre la edad biológica avanzada y la demencia. Bo añadió que estos resultados apoyan la hipótesis de que el envejecimiento biológico acelerado podría contribuir al desarrollo de la demencia al generar alteraciones generalizadas en la estructura cerebral.
La edad biológica refleja cómo envejece el cuerpo de una persona debido al daño acumulado con el tiempo, mientras que la edad cronológica es la edad real de la persona, determinada por su fecha de nacimiento. Bo también comentó que, aunque no podemos cambiar nuestra edad cronológica, sí podemos influir en nuestra edad biológica a través de hábitos de vida como la alimentación y el ejercicio.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores analizaron los datos médicos de casi 281,000 participantes en el Biobanco del Reino Unido, un estudio de salud a largo plazo con residentes del Reino Unido. Los participantes tenían una edad cronológica promedio de 57 años al inicio del estudio.
Durante un seguimiento promedio de 14 años, casi 4,800 participantes desarrollaron demencia. Los investigadores estimaron la edad biológica de los participantes utilizando dos métodos establecidos que consideraron factores como la función pulmonar, la presión arterial, el colesterol y diversos parámetros químicos de la sangre.
Los resultados mostraron que las personas con un envejecimiento biológico más rápido tenían un 30% más de probabilidades de desarrollar demencia, después de ajustar por otros factores de riesgo como la edad, el nivel educativo y el tabaquismo. Además, las resonancias magnéticas del cerebro de los participantes revelaron que aquellos con un envejecimiento biológico avanzado también mostraban una reducción en la materia gris, la zona del cerebro donde se procesa la información.