El estilo de vida representa el mayor riesgo de paro cardíaco
Un reciente estudio publicado en el Canadian Journal of Cardiology sugiere que casi dos de cada tres casos de paro cardiaco podrían prevenirse si se controlan factores relacionados con el estilo de vida, el entorno y la salud individual.
Los investigadores identificaron 56 factores de riesgo que, si se modifican, podrían prevenir hasta el 63% de los casos de paro cardíaco súbito (PCS). “Nos sorprendió descubrir que entre el 40 y el 63 por ciento de los casos podrían evitarse al mejorar ciertos perfiles de riesgo”, comentó el autor principal del estudio, Renjie Chen, profesor en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Fudan, en Shanghái.
El paro cardíaco ocurre cuando el corazón se detiene repentinamente y sin aviso, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El análisis se basó en datos de más de 502,000 personas del Biobanco del Reino Unido, un estudio a largo plazo. Durante casi 14 años de seguimiento, 3,147 de estos participantes sufrieron un paro cardíaco súbito.
Los investigadores compararon a quienes sufrieron paro cardíaco con personas sanas, considerando 125 posibles factores modificables, como dieta, actividad física, consumo de tabaco y alcohol, salud mental, exposición ambiental, situación financiera, y condiciones como obesidad o presión arterial alta.
De todos ellos, se identificaron 56 factores fuertemente vinculados con el paro cardiaco, destacando 25 que influyeron entre un 10 y un 17% en los casos, como fumar, la inactividad física, ver televisión por largos periodos, la obesidad, los problemas respiratorios, la calidad del sueño, la fuerza en las manos y el nivel educativo.
Chen subrayó que este es el primer estudio que analiza de forma tan amplia los factores modificables no clínicos vinculados al paro cardíaco súbito.
Según Huihuan Luo, también investigador de la Universidad de Fudan, los cambios en el estilo de vida fueron los más efectivos: atender hábitos como la alimentación, el ejercicio o dejar de fumar podría reducir hasta un 18% los casos.
Además, el estudio halló que ciertos factores parecían proteger contra el paro cardíaco, como mantener un buen estado de ánimo, controlar el peso y la presión arterial, tener mayor nivel educativo e incluso el consumo moderado de vino blanco o champán. Este último hallazgo pone en duda la creencia de que solo el vino tinto tiene propiedades cardioprotectoras, según Nicholas Grubic, autor de un editorial relacionado y doctorando en salud pública en la Universidad de Ontario.
Aunque aún se desconocen los mecanismos exactos, Grubic señaló que estos resultados abren nuevas preguntas sobre los efectos del alcohol moderado en la salud cardiovascular.
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