El hijo de Ramón Valdés revela cómo los hizo millonarios El Chavo

A pesar de haber alcanzado el éxito y la estabilidad económica, Ramón Valdés nunca perdió la humildad, algo que su familia recuerda con orgullo.
La serie El Chavo del 8, uno de los programas más icónicos de la televisión mexicana, no solo dejó huella por sus entrañables personajes, sino también por las historias personales de sus actores, que aún hoy generan interés. Uno de ellos fue Ramón Valdés, quien dio vida al querido Don Ramón, el inolvidable papá de la Chilindrina.
Con el reciente estreno de Sin querer queriendo, la serie biográfica de Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" en la plataforma Max, han resurgido testimonios sobre cómo el éxito de la serie cambió la vida de sus protagonistas.
Ramón Valdés y el impacto económico de su papel en El Chavo
En una entrevista que ha retomado gran relevancia, uno de los hijos de Ramón Valdés compartió detalles sobre cómo el actor utilizaba el dinero que ganaba trabajando con Chespirito. "Sí ganó mucho dinero", afirmó, especialmente durante las giras por Sudamérica, donde el elenco era recibido como verdaderas estrellas.
El testimonio revela que, tras años de carencias, el trabajo de Don Ramón le permitió mejorar sustancialmente la calidad de vida de su familia. Pasaron de vivir en una casa modesta a una con más comodidades: alfombras, cortinas, muebles de mejor calidad y una vida más holgada.
“Ahí están los tamales”: así entregaba su sueldo
De acuerdo con su hijo, el actor no hablaba mucho sobre cantidades, pero sí tenía una forma peculiar y muy suya de referirse al dinero. Al volver de las giras con los bolsillos llenos de dólares, solía entregarle el dinero a su esposa diciendo: “Ahí están los tamales”. La frase, que suena a broma, reflejaba la forma desenfadada y cariñosa con la que Don Ramón manejaba su éxito.
“No sé cuánto ganaba, pero de las giras que hacía por Sudamérica llegaba con los billetes de dólares, les decía ‘los tamales’ y llegaba con mi mamá y le decía ‘ahí están los tamales’”, relató.
“Con y sin dinero, éramos felices”
A pesar del éxito económico, la felicidad de la familia no dependía exclusivamente del dinero. Su hijo recuerda que tanto en épocas difíciles como en tiempos de abundancia, Don Ramón sabía disfrutar la vida:
“Mi papá disfrutó teniendo y no teniendo. Sin tener qué comer éramos felices; después había caviar y champagne, y éramos felices también”.
Este mensaje ha conmovido a muchos fans, al mostrar una faceta íntima de uno de los personajes más queridos de la televisión mexicana.
Don Ramón: humildad y ternura que trascendieron la pantalla
El personaje de Don Ramón se convirtió en un símbolo cultural por su autenticidad, humor, ternura y constante lucha por salir adelante, a pesar de las adversidades. A menudo representado como un hombre desempleado y en apuros, Ramón Valdés dotó al personaje de una humanidad entrañable que aún resuena entre generaciones.
Frases como “¡Con permisito dijo Monchito!” o “¡Síganme los buenos!” siguen siendo parte del lenguaje popular, y su figura continúa inspirando memes, homenajes y anécdotas.
A pesar de haber alcanzado el éxito y la estabilidad económica, Ramón Valdés nunca perdió la humildad, algo que su familia recuerda con orgullo. Su legado, tanto en lo profesional como en lo personal, lo ha convertido en un ícono atemporal de la comedia mexicana.
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