Abandono en el Panteón Guadalupe: El triste olvido de los angelitos en Monclova

Descubre el conmovedor abandono de tumbas infantiles en el Panteón Guadalupe, revelado por El Tiempo Monclova en su reciente investigación.

El espíritu de esta celebración contrasta con la realidad observada en el principal cementerio de Monclova, donde los pequeños descansan muchas veces sin visita, sin nombre visible y sin una flor que los recuerde.

Una investigación realizada por El Tiempo Monclova documentó, a través de un recorrido y registro fotográfico, el estado de abandono en el que se encuentran decenas de tumbas de niños y bebés en el Panteón Municipal Guadalupe. En el Día de Todos los Santos, el contraste entre memoria y olvido resulta estremecedor.

El inicio del Día de Muertos y la memoria de los niños

El 1 de noviembre de 2025 marca el comienzo de las festividades del Día de Muertos, fecha dedicada a los niños fallecidos, también conocida como el Día de Todos los Santos o Día de los Angelitos. En esta jornada, las familias mexicanas suelen preparar ofrendas especiales adornadas con flores de cempasúchil, veladoras, dulces y juguetes, símbolos de inocencia y pureza. Sin embargo, el espíritu de esta celebración contrasta con la realidad observada en el principal cementerio de Monclova, donde los pequeños descansan muchas veces sin visita, sin nombre visible y sin una flor que los recuerde.

Contrastes entre la memoria y el abandono

El equipo de El Tiempo Monclova recorrió los pasillos del Panteón Municipal Guadalupe, encontrando dos realidades opuestas. En algunas secciones, las lápidas están decoradas con coloridas coronas, peluches nuevos y veladoras encendidas que denotan el amor constante de las familias. Pero a pocos metros de distancia, otras tumbas infantiles yacen cubiertas por maleza, escombros y ramas secas. Varias de ellas presentan fracturas en las lápidas, nombres borrados por la erosión del tiempo y cruces caídas, un panorama que refleja el paso de los años sin atención ni mantenimiento. En muchos casos, ni siquiera se puede identificar el nombre o la fecha de fallecimiento de los pequeños, lo que los condena a un olvido irreversible.

El silencio en el campo santo

El silencio del Panteón Guadalupe se rompe apenas con el crujir de las hojas secas bajo los pies de quienes lo recorren. En las secciones dedicadas a los menores, el aire tiene un tono más denso, como si las historias no contadas de cada lápida pesaran en el ambiente. Algunos visitantes que acudían a limpiar las tumbas de sus seres queridos expresaron sorpresa al notar el descuido generalizado en los espacios de los niños. Mientras unos cuantos aún conservan los juguetes que alguna vez se colocaron en sus ofrendas, otros descansan bajo el polvo, con las figuras desgastadas por el sol y el viento.

Documentar el abandono: evidencia fotográfica

La investigación de El Tiempo Monclova quedó registrada en una serie de fotografías que dan testimonio del abandono. Las imágenes muestran lápidas partidas, floreros vacíos y pequeños sepulcros cubiertos por la maleza. En algunas tomas, los nombres ya no son legibles, borrados por el tiempo, mientras que en otras se aprecian restos de juguetes deshechos, que alguna vez fueron símbolo del cariño de una familia.

La otra cara del Día de Todos los Santos

El Día de Todos los Santos es, por costumbre, una jornada de color, música y aromas, donde los hogares y panteones se llenan de vida en honor a los muertos. Sin embargo, detrás de esa celebración colectiva, persiste una realidad silenciosa, la de los niños olvidados en sus tumbas, sin una ofrenda ni una vela encendida. El contraste entre los panteones llenos de visitantes y los rincones abandonados de los angelitos invita a reflexionar sobre cómo se vive la tradición en Monclova y la responsabilidad colectiva de conservar la memoria de quienes partieron sin alcanzar la adultez.

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