El primer paso equivocado cuando se produce un paro cardíaco

Cuando una persona se desmaya debido a un paro cardíaco, muchas personas presentes intentan primero evitar que se trague la lengua, creyendo que esto es necesario para ayudarle a respirar.
Los expertos señalan que esta creencia es un error potencialmente mortal que puede retrasar la reanimación cardiopulmonar (RCP), una maniobra que salva vidas.
Un estudio reciente realizado en Israel, que analizó 45 casos de atletas que colapsaron, encontró que esta situación ocurre con demasiada frecuencia.
“Nuestro estudio pone en evidencia el peligroso y persistente mito de ‘prevenir que alguien se trague la lengua’, que puede demorar el inicio de las compresiones torácicas esenciales para salvar vidas”, explicó la doctora Dana Viskin, cardióloga del Centro Médico Sourasky y la Universidad de Tel Aviv, quien lideró la investigación.
Este mito es difícil de eliminar.
Cuando ocurre en deportistas de alto perfil, “los medios a menudo califican esas acciones incorrectas como heroicas”, añadió Viskin.
“Es urgente reeducar tanto al público como a los medios, y cambiar la narrativa sobre la RCP, especialmente en el ámbito deportivo”, afirmó en un comunicado de prensa de la revista Canadian Journal of Cardiology, que publicó el estudio el 30 de julio.
No es sorprendente que quienes presencian un paro cardíaco repentino en un atleta se concentren primero en las vías respiratorias.
Nicholas Grubic, autor de un editorial en la misma revista, explicó que “algunos pacientes con paro cardíaco repentino, sobre todo hombres jóvenes con ritmos cardíacos que pueden ser tratados con desfibrilación, pueden presentar movimientos que parecen convulsiones al principio”.
Además, síntomas como la piel azulada (cianosis) y respiraciones entrecortadas o jadeantes (respiraciones agónicas) pueden confundirse con asfixia, lo que lleva a quienes están alrededor a enfocarse en revisar las vías respiratorias en lugar de comenzar la RCP, señaló Grubic, epidemiólogo de la Universidad de Toronto.
Estos signos son comunes cuando deportistas saludables sufren un paro cardíaco, y no es raro que los testigos piensen erróneamente que la víctima se está ahogando, dijeron los autores.
Sin embargo, el verdadero peligro está en el corazón del atleta, y cada segundo que se pierde intentando “evitar que se trague la lengua” retrasa la RCP, lo que a menudo resulta fatal.
El equipo de Viskin estudió 45 casos, ya sea grabados en video o documentados, de atletas que se desmayaron durante eventos deportivos entre 1990 y 2024.
“En el 84% de los casos donde se pudo observar la respuesta inicial, se realizaron maniobras incorrectas para ‘evitar que se trague la lengua’ antes de iniciar la RCP adecuada”, dijo Viskin.
Estas acciones erróneas se relacionaron significativamente con resultados negativos: el 67% de quienes recibieron estas maniobras murieron o sufrieron daños cerebrales graves, frente al 0% cuando la RCP fue la primera respuesta, agregó.
No obstante, cuando los medios informaron sobre estos incidentes, casi la mitad (48%) elogió las acciones para evitar que la persona se tragara la lengua, lo que refuerza el mito de que esta intervención es necesaria y eficaz.
Solo una mejor educación pública puede cambiar esta peligrosa situación, afirmó Grubic.
“Promover el conocimiento sobre la RCP y el uso del desfibrilador externo automático (DEA) sigue siendo fundamental en la enseñanza sobre paros cardíacos, pero también es crucial enseñar a la gente a reconocer las señales tempranas de un paro, ya que cada segundo sin actuar disminuye drásticamente las posibilidades de sobrevivir”, dijo.
“Nuestra capacidad para salvar vidas no debe ser limitada por información errónea: es hora de que el ámbito académico, los profesionales de la salud y los medios trabajen juntos para crear un entorno informativo más responsable para todos”, concluyó Grubic.
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