El procedimiento de bloqueo de arterias alivia el dolor de la artritis de rodilla

Un nuevo estudio piloto indica que la artritis de rodilla causada por desgaste podría volverse menos dolorosa mediante un procedimiento quirúrgico que limita el flujo sanguíneo en la articulación.

A medida que la rodilla se deteriora, el dolor aumenta debido al crecimiento de pequeños vasos sanguíneos que incrementan el flujo sanguíneo hacia la articulación. La técnica consiste en bloquear este flujo colocando perlas de hidrogel en las arterias que irrigan el revestimiento de la rodilla, según lo publicado en el Journal of Vascular Interventional Radiology.

Más del 60% de los 25 pacientes tratados reportaron mejoras significativas en el dolor un año después. Según el Dr. Ryan Hickey, jefe de radiología vascular e intervencionista de la Facultad de Medicina Grossman de NYU, el procedimiento es ideal para quienes aún no están listos para un reemplazo de rodilla o para pacientes que no pueden someterse a cirugía por edad, obesidad, diabetes descontrolada, enfermedades cardíacas o tabaquismo.

Cada año se diagnostican alrededor de 24 millones de casos de artritis de rodilla en EE. UU., y se espera que la cifra aumente con el envejecimiento poblacional. La inflamación causada por el desgaste articular fomenta la formación de nuevos vasos sanguíneos, lo que incrementa la llegada de células inmunitarias y agrava el dolor.

La técnica, conocida como embolización de la arteria genicular, se realiza bajo sedación leve en menos de dos horas. Se guía un catéter con rayos X hasta la arteria específica de la rodilla y se colocan perlas de hidrogel de 250 micrómetros para bloquear el flujo sanguíneo. Para referencia, un cabello humano mide entre 50 y 70 micrómetros, y un grano de arena fino alrededor de 90 micrómetros.

Los pacientes del estudio tenían osteoartritis de moderada a grave que no respondía a tratamientos como inyecciones de esteroides, plasma rico en plaquetas o fisioterapia, con edades entre 50 y 78 años. Tras un año, tres de cada cinco mostraron mejoras en dolor, rigidez y movilidad para doblarse, levantarse o subir escaleras. No se reportaron efectos secundarios graves.

Hickey señaló que la embolización de la arteria genicular es un tratamiento seguro y efectivo, mínimamente invasivo, que no solo alivia el dolor, sino que podría modificar el curso de la enfermedad. Además, se observó una disminución promedio del 12% en VEGF, proteína que fomenta la formación de vasos sanguíneos, y del 15% en IL1Ra, relacionada con la inflamación.

Los investigadores planean estudiar más a fondo cómo la reducción del flujo sanguíneo disminuye la inflamación y el dolor, así como la duración de los beneficios y qué pacientes obtienen mejores resultados.