Una revisión sistemática y metanálisis publicada en JAMA Internal Medicine evaluó los antivirales recomendados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos para tratar la infección por el virus de la influenza.
Los resultados mostraron que el uso de oseltamivir (Tamiflu) y zanamivir (Relenza) tuvo poco o ningún efecto sobre la mortalidad, las tasas de hospitalización o la duración de los síntomas en casos no graves. Por otro lado, peramivir (Rapivab) no mostró efectos significativos sobre las tasas de mortalidad ni la duración de los síntomas, y no se disponía de datos sobre su impacto en las tasas de hospitalización.
Sin embargo, se observó que un medicamento mostró algo de promesa: el baloxavir (Xofluza). Este antiviral redujo las tasas de hospitalización en pacientes de alto riesgo, aunque con una certeza de evidencia baja, y redujo la duración de los síntomas en un día en comparación con la atención estándar o un placebo, con una certeza moderada. No obstante, el baloxavir no tuvo impacto sobre la mortalidad.
El estudio analizó 73 ensayos controlados aleatorizados, con 34,332 participantes que padecían gripe no grave (es decir, aquellos que no requerían hospitalización en los primeros dos días de síntomas). Los investigadores asignaron a cada fármaco un nivel de certeza en cuanto a sus efectos, con clasificaciones "bajo", "medio" y "alto", para guiar a los médicos en las decisiones de tratamiento.
Aunque el uso de baloxavir no aumentó significativamente los efectos secundarios adversos, como los gastrointestinales, neurológicos o respiratorios, se observó que el fármaco podría haber provocado resistencia antiviral en el 10 % de los pacientes.
Los autores del estudio concluyeron que los hallazgos respaldan el uso de baloxavir para el tratamiento de pacientes de alto riesgo con gripe no grave, pero sugirieron un monitoreo de la resistencia al fármaco para garantizar su efectividad a largo plazo.