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Enjuague bucal puede eliminar bacterias que son buenas de la boca

el enjuague solo refresca la boca y proporciona un aliento mentolado ocasionando barrer las bacterias tanto malas como buenas.

Enjuague bucal puede eliminar bacterias que son buenas de la boca : el enjuague solo refresca la boca y proporciona un aliento mentolado ocasionando barrer las bacterias tanto malas como buenas.
José Gaytán
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El uso del enjuague bucal forma parte de la rutina diaria de millones de personas, quienes lo consideran un complemento indispensable para mantener una buena higiene y proyectar una imagen personal más segura al interactuar socialmente. Sin embargo, diversos especialistas han advertido que su uso excesivo puede resultar contraproducente para la salud bucal e incluso general, si no se emplea de forma adecuada y con moderación.

Sergio Morales Maus, coordinador del área de salud bucal de la Jurisdicción Sanitaria, explicó que el enjuague bucal cumple principalmente una función cosmética y refrescante, ya que proporciona un aliento mentolado de corta duración, pero no sustituye bajo ninguna circunstancia el cepillado ni el uso del hilo dental. De hecho, su abuso podría tener efectos adversos en la flora bacteriana natural de la boca, la cual es esencial para varias funciones digestivas y de defensa.

Una percepción errónea

Muchas personas han adoptado el enjuague bucal como parte central de su higiene diaria, utilizándolo incluso más de una vez al día, convencidas de que así lograrán una mayor limpieza y mejor aliento. Esta práctica se ha intensificado en los últimos años, gracias a la publicidad de productos que promueven una sensación inmediata de frescura, sin explicar del todo los efectos secundarios de su uso excesivo.

“La gente piensa que mientras más se use, más limpia estará la boca, y no es así. El enjuague bucal está formulado para apoyar la higiene, pero no para reemplazar el cepillado ni para ser usado de forma constante como si fuera agua”, aclaró Morales Maus. “Hay estudios que demuestran que los componentes de muchos de estos productos, especialmente los que contienen alcohol, pueden destruir no solo las bacterias nocivas, sino también las bacterias buenas que tienen funciones vitales dentro del sistema digestivo”, añadió.

El equilibrio de la microbiota oral

El cuerpo humano alberga una gran cantidad de microorganismos que conviven en equilibrio dentro del organismo, y la boca no es la excepción. Esta microbiota oral está compuesta por cientos de especies bacterianas, muchas de las cuales cumplen funciones protectoras y metabólicas esenciales, como la ayuda en la descomposición inicial de los alimentos o la defensa ante patógenos externos.

Cuando se usan enjuagues bucales con alcohol de manera reiterada, ese delicado equilibrio puede alterarse, barrido por completo por los compuestos antisépticos, lo que da lugar a una boca más vulnerable a infecciones, irritaciones, mal aliento persistente e incluso desequilibrios que podrían afectar a otras zonas del aparato digestivo.

Morales Maus señaló que la saliva es el primer proceso digestivo del cuerpo humano, y la presencia adecuada de ciertas bacterias facilita la predigestión. Si éstas se eliminan continuamente, puede generarse sequedad bucal, cambios en el pH y un entorno propenso a enfermedades como la candidiasis oral, caries y hasta gingivitis.

Alcohol en enjuagues: ¿sí o no?

El contenido de alcohol en los enjuagues bucales es una de las características más debatidas. Aunque cumple una función antiséptica al eliminar microorganismos dañinos, también es responsable de irritar tejidos blandos, provocar ardor, y en ocasiones, contribuir a la resequedad extrema de la boca, sobre todo en personas con sensibilidad o afecciones previas.

Algunos estudios clínicos han vinculado incluso el uso crónico de enjuagues con alcohol con un aumento en el riesgo de lesiones bucales, especialmente si se combinan con otros factores como tabaquismo o consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Por ello, la recomendación general es optar por fórmulas sin alcohol, especialmente en niños, adultos mayores y personas con antecedentes de problemas orales.

¿Con qué frecuencia es recomendable usarlos?

La mayoría de los dentistas y especialistas en salud bucal coinciden en que el enjuague bucal puede utilizarse una vez al día, preferentemente por la noche, luego de la rutina de cepillado e hilo dental. Esto permite que los ingredientes activos actúen mientras el paciente duerme, sin el riesgo de consumir alimentos o bebidas que modifiquen el pH o afecten la acción del producto.

También se recomienda leer detenidamente las etiquetas de los productos, ya que no todos los enjuagues tienen la misma finalidad. Algunos están diseñados para combatir el mal aliento, otros para controlar la placa bacteriana o reducir la sensibilidad dental. Usarlos de forma indiscriminada puede no solo ser ineficaz, sino también perjudicial.

Morales Maus enfatizó que los pacientes que presentan condiciones médicas específicas como diabetes, boca seca, tratamientos oncológicos o prótesis dentales deben consultar directamente con su odontólogo antes de incorporar cualquier enjuague a su rutina.

Educación para el cuidado integral

La Jurisdicción Sanitaria local ha promovido diversas campañas para fomentar el cuidado bucodental en todas las edades, haciendo hincapié en que la higiene adecuada debe basarse en el cepillado correcto tres veces al día, el uso de hilo dental, una dieta equilibrada y visitas regulares al odontólogo.

El uso del enjuague bucal, aunque útil en determinados casos, debe ser considerado como un complemento, no como una solución mágica ni como reemplazo de otros hábitos fundamentales.

Además, se están realizando pláticas informativas en escuelas, centros de salud y clínicas comunitarias donde se desmiente el mito de que el enjuague bucal garantiza higiene por sí solo. “La salud oral no se resume en tener un aliento mentolado”, sentenció el especialista.

El enjuague bucal puede ser un aliado importante en la rutina de higiene oral, pero su uso debe ser moderado y supervisado, especialmente en productos que contienen alcohol o agentes antisépticos potentes. El uso excesivo puede alterar el equilibrio natural de la microbiota oral, generar resequedad, y en casos extremos, contribuir a la aparición de nuevas afecciones.

La mejor forma de cuidar la salud bucal sigue siendo la más sencilla: cepillarse correctamente, mantener una dieta baja en azúcares, usar hilo dental y visitar al odontólogo al menos dos veces al año. El enjuague, en ese contexto, puede aportar beneficios… siempre que se utilice con criterio y moderación.

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