Entrevista con Héctor Hugo Ríos Hernández

"Nunca digas que no puedes; con disciplina se puede llegar muy lejos."
Héctor Hugo Ríos Hernández es un joven originario de Barroterán que ha dedicado su vida al deporte, al trabajo comunitario y al crecimiento personal. A sus 29 años, ha logrado equilibrar su carrera profesional con su pasión por el boxeo y su compromiso social. Esta es su historia.
¿Dónde estudiaste? Realicé toda mi formación básica en Barroterán, desde la primaria hasta la preparatoria. Fue una etapa muy importante para mí porque ahí construí amistades, aprendí de mis maestros y conocí los valores que hoy me guían. Más adelante, decidí continuar mis estudios en Nueva Rosita, donde me gradué como licenciado en Negocios Internacionales. Esa carrera me abrió la mente a nuevas posibilidades y me ayudó a entender cómo estructurar proyectos, organizar recursos y buscar siempre una visión más amplia. Todo eso ha sido clave para lo que hago ahora, tanto en el ámbito deportivo como en lo laboral.
¿A qué te dedicas actualmente? Hoy en día tengo varias actividades que me mantienen muy activo. En las mañanas, soy encargado administrativo en un hotel, lo que implica coordinar al personal, revisar procesos, atender clientes y asegurarme de que todo funcione correctamente. Es una responsabilidad grande, pero disfruto mucho esa parte de mi vida profesional. Por las tardes me dedico de lleno al boxeo, entrenando a jóvenes, niños y adultos. Además de eso, también participo en iniciativas sociales y actividades comunitarias, porque siempre he creído que uno debe devolverle algo a la sociedad que lo formó.
¿Qué haces en tus ratos libres? La verdad es que no tengo muchos ratos libres, pero cuando los tengo, los invierto en mis alumnos. Me gusta estar al tanto de cómo se sienten, de sus avances, de sus retos. También aprovecho ese tiempo para organizar actividades de apoyo a la comunidad. Siento una gran satisfacción al poder contribuir con algo, aunque sea pequeño, para mejorar la vida de alguien más. Esa sensación de ayudar me llena más que cualquier otra cosa.
¿Por qué decidiste abrir una escuela de boxeo? Fue una decisión que se dio poco a poco. Desde hace unos cinco años, la gente me buscaba para entrenar, y al principio lo hacíamos en un llano, sin equipo ni espacio adecuado. Empecé con dos muchachos originarios de Bartran. Al principio entrenábamos en la cochera de mi casa, con lo que teníamos. Con esfuerzo, fui consiguiendo más equipo, y gracias al apoyo de amigos, especialmente algunos que viven en Estados Unidos, y a mis padres, logré mejorar las condiciones. Ahora tenemos un gimnasio propio. No es muy grande, pero sí lo suficientemente amplio para que entrenen unas 30 personas con comodidad. Es un espacio digno, y lo más importante, es un sueño hecho realidad.
¿Qué mensaje le darías a los jóvenes? Mi mensaje para ellos es que nunca se den por vencidos. La disciplina y la perseverancia son fundamentales para lograr cualquier meta. No importa si es en el deporte, en los estudios o en el trabajo: ser constante, creer en ti mismo y mantenerte enfocado puede llevarte muy lejos. No dejen que nadie les diga que no pueden, ni que sus sueños son demasiado grandes. Todo se puede lograr con trabajo duro y con la mente bien puesta en el objetivo.
¿Tienes otros intereses además del boxeo? Sí, siempre he sentido una gran responsabilidad hacia mi comunidad, especialmente con Barroterá, mi lugar de origen. Por eso fundé, junto con mis papás, la Fundación Goodwill, que significa "buena voluntad". Al principio, la idea era ayudar a las familias de mi pueblo, pero con el tiempo se fue extendiendo. Hoy en día, apoyamos a muchas personas de diferentes comunidades del municipio. Hemos entregado despensas, ropa, medicamentos y lo que esté a nuestro alcance. Para mí es muy importante ser recordado no solo como entrenador o deportista, sino también como alguien que se preocupó por los demás.
¿Cuál ha sido el mayor reto que has enfrentado en tu camino? Sin duda, el mayor reto ha sido empezar desde cero con la escuela de box. No teníamos equipo, ni espacio, ni recursos. Fue complicado mantener la motivación cuando parecía que todo estaba en contra. Pero también fue una gran lección. Aprendí que cuando uno cree en lo que hace y trabaja con pasión, las puertas se van abriendo poco a poco. A veces los retos son lo que más nos hace crecer. Lo importante es no rendirse nunca, incluso cuando parezca que no hay salida.
Entrevista: La Entrevista con Francisco Alonso Reyes Ortiz
“Divertirse, aprender = ganar” Mi nombre es Francisco Alonso Reyes Ortiz. Nací en Nueva Rosita, Coahuila, y soy Licenciado en Educación Física, egresado de la Normal de Educación Física de Saltillo en el año 2008. Actualmente trabajo como maestro de Educación Física y también -- leer más
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