Entrevista con María Lucero Falcón Zepeda

Dilo con Flores”: El lenguaje del corazón convertido en negocio

Estudié la licenciatura en Educación Primaria. Cursé mis estudios en la Normal de San Juan de Sabinas con muchas ilusiones de ejercer como docente, y de hecho, trabajé durante algún tiempo en el ámbito educativo. Cubrí internatos aquí en Múzquiz y también colaboré en la preparatoria del COBAC, en la comunidad de El Nacimiento, donde viven los Negros Mascogos. Fueron experiencias muy valiosas que me formaron tanto personal como profesionalmente.

¿Qué te llevó a dejar la docencia?
Todo cambió cuando me casé. Mi esposo, Abelardo Moreno, es originario de Nueva Rosita, y al unir nuestras vidas también unimos caminos. Él es maestro en la preparatoria la EBURR y, aunque sigue en su profesión, mi rumbo se fue transformando. Su mamá tiene una florería en Nueva Rosita que ya tiene 36 años funcionando, ubicada en la calle 9. Empecé a ayudarla y sin darme cuenta me fui enamorando del mundo de las flores, de la creatividad que implica y del contacto con la gente.

¿Cómo nació “Dilo con Flores”?
Al ver que en Múzquiz había menos competencia en este giro, decidimos abrir nuestro propio negocio. Así, hace siete años, nació “Dilo con Flores”, ubicada en la calle Mutualismo 1122 Norte, en Melchor Múzquiz. Iniciamos con mucha ilusión y esfuerzo, y poco a poco fuimos ganándonos la confianza de la gente. Hoy en día es un negocio consolidado, con una clientela fiel tanto en Múzquiz como fuera del municipio.

¿Cómo ha sido la respuesta del público?
Excelente, gracias a Dios. En Múzquiz nos han recibido con los brazos abiertos. Además, tenemos muchos clientes que viven en Estados Unidos, especialmente en Texas. Ellos confían en nosotros para enviar flores a sus familias en fechas especiales. Nos mandan sus pedidos por redes sociales o WhatsApp, y nosotros nos encargamos de todo: elaboramos el arreglo con mucho cuidado, lo entregamos puntualmente y les mandamos evidencia. Eso nos ha ganado una reputación de seriedad y compromiso.

¿Qué diferencia a tu florería de otras?
Creo que la principal diferencia está en la personalización. Nos gusta escuchar al cliente, entender qué quiere transmitir con el arreglo y diseñar algo único. Cada arreglo floral es especial, porque lleva no sólo flores, sino sentimientos. Además, contamos con cuartos fríos que permiten conservar la flor en excelente estado, sobre todo en temporadas de calor. También manejamos entregas a domicilio puntuales, lo que le facilita todo al cliente.

¿Cuáles son las fechas de mayor demanda?
Definitivamente el 14 de febrero y el 10 de mayo. Son días muy intensos, de muchísimo trabajo, pero también muy satisfactorios. Recientemente, el mes de marzo también ha tenido mucha demanda por la tendencia de regalar flores amarillas, lo cual se ha vuelto popular gracias a las redes sociales. Además, tenemos pedidos constantes para cumpleaños, aniversarios, nacimientos y hasta momentos difíciles como funerales. Cada ocasión tiene su esencia, y tratamos de capturarla en cada arreglo.

¿Tus precios son accesibles para todos los bolsillos?
Sí, esa es otra de nuestras fortalezas. Tenemos desde flores individuales, como una rosa de 30 pesos, hasta ramos grandes que pueden llegar a costar 3 mil pesos o más. Nos adaptamos a lo que el cliente necesita y puede pagar. Lo importante es que todos encuentren algo bonito para regalar o expresar un sentimiento, sin importar su presupuesto.

¿Qué horario manejan en la florería?
Abrimos de lunes a sábado de 9 de la mañana a 6 de la tarde, y los domingos de 9 a 2. En fechas especiales extendemos los horarios según la carga de trabajo. Nos adaptamos a la necesidad del cliente y tratamos de cumplir siempre con puntualidad.

¿Tienes algún pasatiempo?
Sí, me gusta mucho correr. Es una actividad que disfruto porque me permite despejarme, tener un momento para mí. Aunque a veces el trabajo no me deja mucho tiempo libre, trato de mantener ese hábito porque me hace sentir bien.

¿Qué tipo de comida y música prefieres?
En cuanto a comida, me encantan las hojas de parra, una delicia típica de la cocina árabe. Y en música, soy muy del norte, disfruto mucho la música norteña, me pone de buen humor y me conecta con mis raíces.

¿Qué mensaje le darías a los jóvenes que quieren emprender?
Les diría que sean persistentes. Emprender no es fácil, pero si se trabaja con disciplina, constancia y amor por lo que se hace, todo llega. Los inicios siempre son complicados, hay incertidumbre, miedo, pero si uno cree en su proyecto y lo respalda con trabajo duro, se puede llegar lejos. No hay nada más gratificante que ver crecer algo que uno mismo construyó.

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