Entrevista con Tania Ibarra, directora de Proximidad en Monclova

'Escuchemos y orientemos a nuestros jóvenes antes de que sea muy tarde'.

A partir del 1 de abril, la La Unidad de Integración Familiar Monclova (UNIF) comenzó a operar con un enfoque preventivo y humano, atendiendo a menores de edad que incurren en faltas administrativas o conductas de riesgo. Tania Ibarra, directora de Proximidad en Monclova, es quien actualmente colabora con esta unidad y busca evitar que los jóvenes repitan conductas negativas y se encaminen hacia delitos mayores. 

En cuanto al tema de menores infractores ¿Cuál es el principal objetivo del departamento de Proximidad? "Nuestro objetivo es auxiliar a los menores infractores, aquellos que han cometido alguna falta administrativa que no representa un delito grave. Trabajamos con jóvenes entre los 12 y 17 años y buscamos ofrecer una respuesta integral antes de que caigan en conductas más serias. Aquí no criminalizamos, orientamos y canalizamos".

¿Qué tipo de faltas cometen estos adolescentes? "Las más comunes son por mal comportamiento en la vía pública, andar en motocicletas sin casco o sin permiso, o estar fuera de sus escuelas en actitudes sospechosas, a veces con indicios de iniciar riñas. También hemos tenido algunos casos de jóvenes que inhalaban sustancias tóxicas. En estos casos, la intervención se vuelve más profunda y especializada".

¿Qué proceso siguen cuando detienen a un menor por estas conductas? "Si es detenido por Seguridad Pública, es canalizado a la Unidad de Integración Familiar (UNIF). Ahí una trabajadora social hace una primera entrevista, y posteriormente un psicólogo evalúa la situación. A partir de ese análisis, decidimos si el joven necesita terapia, sesiones de seguimiento o si se le entrega a sus padres con una carta compromiso".

A lo que va del inicio de las labores de la UNIF ¿Cuántos casos han atendido desde el inicio de operaciones? "Desde que arrancamos el 1 de abril, hemos tenido aproximadamente 120 casos. Aunque puede parecer una cifra alta, lo cierto es que ninguno ha cometido delitos graves. Esto demuestra que aún estamos a tiempo de intervenir positivamente en sus vidas, y eso nos da margen para trabajar con estrategias preventivas".

¿Cuál es la participación de los padres en estos casos? "Afortunadamente, la respuesta de los padres ha sido inmediata en la mayoría de los casos. Son muy pocos los que se desentienden. Cuando vemos que un menor proviene de una familia disfuncional o sin supervisión, aplicamos técnicas diferenciadas para acercarnos, ofrecer apoyo emocional y tratar de reconstruir vínculos familiares. Para nosotros, la familia es  necesaria en el proceso de recuperación".

¿Qué se está haciendo con los menores reincidentes? "Para esos casos estamos preparando la implementación del programa "Aplícate", que llega desde Saltillo a través de la Subsecretaría de Proximidad y Prevención del Delito. Ya tuvimos una reunión con nuestra delegación de la Fiscalía para establecer criterios y aplicar este modelo. Es un programa que contempla medidas alternativas como terapias obligatorias y sesiones de apoyo, para que puedan salir del círculo en el que están".

¿Ya tienen jóvenes en seguimiento psicológico continuo? "Sí, actualmente tenemos cinco jóvenes que reciben atención psicológica constante, y esperamos que con el programa "Aplícate" esa cifra aumente, pero bajo un enfoque más estructurado. Es importante destacar que estos procesos buscan rehabilitar, no castigar. Todo parte de la idea de que el comportamiento del adolescente refleja en muchos casos la falta de atención y orientación en casa".

¿Qué edades predominan entre los jóvenes atendidos? "La mayoría de los casos que hemos tenido oscilan entre los 14 y 17 años. Es una edad muy vulnerable, y por eso es fundamental actuar con rapidez. Cada día que un joven permanece sin guía o cae en ambientes negativos, se incrementa el riesgo de que cruce la línea hacia conductas delictivas".

Para finalizar ¿Cuál es el mensaje para los padres y a la comunidad? "Que los adolescentes necesitan presencia, guía y atención. No podemos esperar que las autoridades resuelvan todo sin el compromiso de la familia. Esta unidad está aquí para prevenir, acompañar y proteger, pero el cambio real empieza en casa. Escuchemos a nuestros jóvenes antes de que sea demasiado tarde".

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