¿Es seguro ducharse sin chanclas? Esto dicen los expertos en salud

Bañarse sin usar sandalias es una práctica habitual en muchos hogares, pero expertos señalan que esta costumbre puede conllevar ciertos riesgos en determinadas situaciones.

En lugares públicos como gimnasios, vestidores o piscinas, la combinación de calor y humedad crea un ambiente ideal para la proliferación de hongos y bacterias, por lo que utilizar chanclas en la ducha es una recomendación básica para mantener la higiene y prevenir infecciones, según especialistas de la Clínica Podológica M.O., Martin Foot and Ankle, y la doctora Marilyn Roberts de la Universidad de Washington.

Roberts explica que estos espacios suelen acumular residuos como cabello, sudor y microorganismos que pueden causar infecciones en la piel y problemas en las uñas. Las sandalias funcionan como una barrera física que evita el contacto directo con superficies que pueden estar contaminadas.

En el hogar, el riesgo es menor, sobre todo si el baño está limpio y la persona vive sola. No obstante, especialistas de Forja aconsejan usar chanclas también en casa para evitar caídas por resbalones, proteger los pies de objetos cortantes y mantenerlos libres de suciedad.

Además, la higiene adecuada no solo depende del uso de sandalias, sino también de la frecuencia y manera de ducharse. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierte que bañarse en exceso puede causar sequedad, enrojecimiento, picazón y sensibilidad al sol debido a la eliminación de los aceites naturales de la piel.

Para un baño saludable, los expertos recomiendan mantener la temperatura del agua por debajo de 30 °C, emplear jabón neutro, evitar esponjas abrasivas, limpiar principalmente áreas como axilas, ingle y pies, y limitar la duración de la ducha para no resecar la piel ni malgastar agua. También sugieren secar la piel con una toalla suave, dando pequeños toques en lugar de frotar.

En resumen, aunque en el hogar con buenas condiciones de limpieza bañarse sin chanclas generalmente no representa un peligro, en espacios compartidos y húmedos su uso es una medida sencilla y eficaz para prevenir infecciones y accidentes.